Capítulo 12

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21 Marzo 2017

Dan

Ya la doctora que asistiría su cirugía le había advertido que lo mejor era la anestesia general para agilizar el procedimiento. Los gemelos estaban en buena posición y esa mañana, Yoon Gu le hizo el favor de acompañarlo al hospital, su abuela llegaría más tarde puesto que estaba en casa recolectando todo lo necesario para los bebés.

Estaba nervioso y no podía ocultarlo, además de la inquietud y el miedo de que algo pudiera pasarle a él o a uno de sus hijos, estaba sentimental. Una locura.

Se creía capaz de disfrazarlo bien y confiaba en sus dotes actorales al momento de fingir calma y quietud, sin embargo, cuando una enfermera le colocó la intravenosa y salió de la habitación para decirle que debía esperar un poco a la doctora, no pudo más y se volvió un llorón de primera que sollozaba con desesperación.

Yoon Gu era su amigo, así que estaba bien si dejaba que esas emociones siguieran su curso, de lo contrario se sentiría asfixiado.

—¿Qué pasa Dan?

—No lo sé— se limpió las lágrimas, le agobiaba la opresión en el pecho y detestaba que su voz saliera apenas en un hilo por el nudo que se le formaba en la garganta—. Supongo que he visto demasiadas películas tontas, ya sabes, esas donde una pareja feliz recibe a su bebé en el hospital— ahí estaba la base de todo el problema. Su mente era tan activa en las últimas semanas del embarazo que soñaba casi todos los días con Joo Jaekyung. En sus sueños pasaba de todo cuanto pudieran imaginar; iban juntos a la ecografía, Jaekyung le pegaba la oreja en el vientre y llamaba a los bebés por sus nombres, Jaekyung le besaba cada mañana, Jaekyung tomaba su mano en el hospital antes de que se perdiera en la inconsciencia de la anestesia y al abrir los ojos, él era lo primero que veía.

Tal vez era sólo un instinto asociado a su condición de omega, tal vez sólo era una tontería que se le ocurría porque Joo Jaekyung era el único alfa que consiguió provocar algo en él.

—Dan, tu abuela y yo estaremos aquí todo el tiempo. No tienes nada de qué preocuparte.

—Lo sé, pero es que...

—No puedes pensar en alguien que no volverás a ver. ¿Por qué no llamas a esa clínica? Con el dinero que te cobraron debieron garantizarte atención psicológica o algo. Se supone que era un encuentro impersonal ¿No? Deberían modificar sus políticas, esos estúpidos alfas deberían haber usado máscara y no socializar demasiado con los omegas. Agh, no lo sé. Deja de pensar en ese tipo. Debes estar feliz, pronto conocerás a tus hijos.

—Bien— se limpió las lágrimas otra vez—. No pensaré de nuevo en eso.

—Mi niño. Estoy aquí— su abuela apareció. Ella le pidió a Yoon Gu que les dejara solos por un momento y tomó un montón de pañuelos de papel para limpiarle la cara—. No llores Dan.

—Estoy bien abuela. No es nada.

—Dan ¿Decidiste que era buena idea entregar tu corazón a ese alfa?

—¿Qué?

—Escuché lo que hablabas con Yoon Gu.

Dan lo pensó. ¿Era eso? ¿Se había enamorado en una noche?

—Estoy algo afectado por todo esto del hospital abuela. No es nada— Dan recibió las caricias de su abuela y sonrió.

La doctora apareció con el pediatra y el anestesiólogo que estarían en la cirugía.

Antes de caer bajo los efectos de la anestesia, volvió a imaginar que Jaekyung, ese alfa... sostenía su mano y recordó su voz, de hecho, la imaginó. Una voz que le decía al oído «todo estará bien»

A 452 kilómetros de ti (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora