Capítulo 17

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20 Junio 2005

Jaekyung

Nadie conocía esa parte de él. Nadie.

Jaekyung se escondía en la habitación que usaban para guardar las cosas viejas en el orfanato, y ahí miraba por la ventana, miraba las nubes, las estrellas y por supuesto la luna. Empezaba a temer que la memoria le estuviera fallando porque ya no estaba tan seguro de que el rostro de sus padres fuera tal y como lo recordaba. El director había sido tan injusto que le había dicho que no podría volver a ver sus fotografías familiares hasta que se convirtiera en un adulto joven y dejara ese lugar para siempre.

Juntaba sus manos y suplicaba en voz baja «por favor, que una familia se fije en mí»

Todavía guardaba la ilusión.

Las visitas de padres potenciales eran escasas en el mes y que justamente una pareja joven se presentara en el orfanato el día de su cumpleaños, no podía ser otra cosa más que una señal de que tenía esperanzas. En la misma posición le pedía perdón a papá y mamá, pero les explicaba que el orfanato era triste, también difícil porque siempre debía ayudar en cosas que eran complicadas para los niños, además otros huérfanos mayores lo molestaban y poco a poco hacían de él un niño que se molestaba por cualquier cosa, un niño que siempre sentía que debía estar preparado para pelear y también que debía mantener la guardia en alto.

A la mañana siguiente, siendo ya 21 de Junio, él, sus amigos y los otros seis chicos del dormitorio B, dejaron sus camas y fueron ayudados por una de las profesoras para verse presentables.

Los acomodaban en dos filas, unos frente a los otros cada uno a los pies de sus camas.

Una joven pareja entró, nunca olvidaría el rostro de una amable y dulce mujer con cabello negro que caminó entre ellos sin dejar de sonreír, ella prestó especial atención en Changmin, después acarició el cabello largo de Daehyun y a él le pellizcó una mejilla.

—Eres muy alto para tener siete años— dijo ella con amabilidad y él en su mente se dijo a sí mismo que en realidad eran ocho.

—¿No tendrán niños más pequeños? — el esposo hizo de pronto la pregunta de la eternidad.

El director solía comenzar con la habitación de todos ellos porque eran los no tan grandes y no tan chicos, sus edades iban de los ocho a doce años.

—Por supuesto ¿Quieren conocer a los niños de siete a diez?

—Cariño...— Jaekyung pensó que la mujer haría cambiar de opinión a su marido, pero él la tomó por el brazo y después miró al director.

—Queremos un niño que este entre los 3 y 5 años.

—Vengan conmigo— en cuanto ellos tres atravesaron esa puerta, los más furiosos empezaron a maldecir y se arrancaron la ridícula corbata, los más sentimentales se abrazaron de su propia almohada para llorar y los más confundidos como él, Changmin y Daehyun intercambiaron miradas enviándose un mensaje del tipo «era de esperarse».

La rutina de ir, encerrarse en la habitación de cosas viejas y mirar al cielo, continuó repitiéndose por al menos año y medio más, sólo hasta que Jaekyung comprendió que tanto él como sus amigos no dejarían el orfanato con una nueva familia.




01 Febrero 2007

Jaekyung

Esa noche era increíble, el director había recibido un fondo monetario por parte del gobierno, así que organizó una noche de fogata, algo supervisado por más de 10 profesores, dos representantes importantes de un político y por supuesto el director.

A 452 kilómetros de ti (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora