17 Junio 2023
Yoon Gu
Algo me decía que Dan no se encontraba bien.
Desde que llegué al restaurante y el señor Park me explicó que él estaba a cargo ese día y que Dan estaría en casa con los niños, supe que debía ir a verlo sin perder tiempo.
Mientras conducía, pensé en el día anterior; Dan estaba a poco y nada de echarse a llorar y apenas si había probado bocado, sus uñas eran un desastre porque se las mordisqueaba sin ser capaz de detenerse, estaba desconcentrado y no prestaba especial atención a lo que sucedía en el restaurante.
Sus hombros tensos, esa expresión llena de angustia y sus ojos al borde de las lágrimas me hicieron admitir que él todavía no estaba listo para decir adiós. Era obvio, a lo largo de su vida perdió a las personas que más le importaban, sé que la soledad le asusta y más cuando se trata de ese idiota de Joo Jaekyung. Ya me sospechaba algo así, es por eso que no fui capaz de contarle que una vez estuviera casado, me iría a vivir con Heesung a Seúl. No pude contarle que después de la boda, mi vida cambiaría por completo y que tal vez nosotros dejaríamos de ser los mismos, no porque nuestra amistad llegase a su fin, sino porque a 452 kilómetros de distancia, tendríamos nuestras propias cosas por hacer; tendríamos que seguir con nuestra vida y probablemente organizar reuniones una, dos o tres veces por año.
Ya nada sería lo mismo; ya no nos veríamos todos los días para charlar, ya no sería parte de las personas autorizadas para recoger a los niños en la escuela, ya no podría correr a su casa cuando me disgustara con mis padres y tampoco nos organizaríamos juntos para ir y hacer las compras.
Experimenté dolor de cabeza al ver que se debilitaba con las náuseas y no, no se lo pude contar ni ese día, ni el siguiente.
Salí de mis recuerdos y llegué a la casa, al entrar me encontré con los niños haciendo la tarea en la sala, tenían un reguero de material, recortaban y pegaban cosas, me acerqué para ver y ellos me gritaron que no podía ver todavía, así que sonreí, les pregunté por Dan y después ahí estaba colándome en su habitación.
Dan estaba sentado al borde de la cama con el teléfono en la oreja, colgó y se mordió tanto las uñas que tuve que sacarle los dedos de la boca y arrebatarle ese dichoso aparato.
—Dan ¿Qué pasa?
Levantó la mirada y vi que tenía los ojos hinchados, la verdad es que al intercambiar miradas se echó a llorar y temblaba.
—Jaekyung no responde. Anoche apenas si hablamos, esta mañana no me llamó y cuando intento llamarle, ni siquiera entra mi llamada. Yoon Gu, creo que se ha ido. Era cuestión de tiempo, debí saberlo yo...
Le di un abrazo, no podía permitir que terminara la frase o sería autodestructivo para él. Se aferró a mí porque en ese momento lo necesitaba. Recordé mi conversación con ese idiota y caí en cuenta de que me había engañado, era bueno con su actuación, tanto que le creí. Le creí el cuento de que amaba a Dan y que quería estar con los niños. ¡Pero que mierda, fui engañado!
Luego de que la furia me cegara durante unos segundos, me exigí volver a pensar bien en aquella conversación. No, Joo Jaekyung no mentía, bastaba ver sus ojos y encontrar en ellos la verdad; aunque estaba ebrio, vi en aquel hombre un sueño, algo que perseguía con desesperación, buscaba la aprobación de sus hijos, soñaba con convertirse en el mejor hombre para Dan, no podía ser que nada de eso fuese real.
—Dan— le di unas palmaditas en la espalda y tuve mi propia revelación; yo no podía alejarme de él... y no porque me sintiera indispensable en su vida, sino porque me sabía parte importante de ella. No podía irme, no debía, no era justo. No sería otra más de sus pérdidas—. El volverá, yo lo sé. Confía en él.
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A 452 kilómetros de ti (Jinx)
FanficKim Dan es un omega que vive en la isla Jeju. El inminente fallecimiento de su abuela, le hace obsesionarse con la idea de tener un bebé, decide atravesar 452 kilómetros hacia Seúl, en búsqueda de la clínica más prestigiosa de la que todo el mundo h...