Capítulo 15

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17 Mayo 2023

Jaekyung

—Abre los ojos. Oye, despierta. Sé qué estás despierto— Jaekyung se negaba, la sensación que recorrió su cuerpo durante esos breves instantes en los que se abrazó de Kim Dan, lo besó y se pegó a él para  acariciarlo, seguían ahí; intacta como si quisieran hacerle entender que la mejor opción era permanecer en cama (en su cama) durante el resto de la eternidad.

Por eso se hacía el dormido, porque prefería seguir con las manos de Kim Dan en su rostro, porque prefería escuchar su voz y oír su respiración tan de cerca.

—¿Qué hora es? — preguntó al fin, admitiendo que era de día—. ¿Cuánto dormimos?

—Dormimos como tres horas y son las 6:45 am. Tengo que prepararme y preparar a los niños.

Kim Dan abandonó la cama, un acto cruel y doloroso en el que apartaba su cuerpo del suyo. Al darse cuenta que no respondía, empezó a darle de almohadazos.

Jaekyung saltó rápidamente apartando las cobijas de su cuerpo y lo tomó por la cintura para ponerlo sobre una encimera de madera, ahí se acomodó entre sus piernas y lo besó. Sus lenguas se reunieron entre suspiros y gemidos silenciosos en los que se robaron el aliento y terminaron por acalorarse otra vez y otra vez hasta que se detuvieron para tomar aire.

—Es tu castigo, no deberías ir por ahí dando de almohadazos a alfas indefensos— bromeó.

—¿Quién es un alfa indefenso?

—Yo, por supuesto.

—En serio Jaekyung—Kim Dan apoyó la frente contra su pecho—. Tienes que salir ahora, debo entrar en la ducha y prepararme para despertar a los niños. Todavía tengo que hacer el desayuno.

—¿Qué tal si bajo y preparo el desayuno?

Los envolvió un silencio extraño, en él entendió que de nuevo se estaba dejando llevar ¿Qué esperaba? Los niños todavía no sabían que él era su papá y por más linda que pudiera parecerle la idea de preparar para ellos el desayuno, sería extraño y confuso que lo vieran ahí a primera hora.

—Perdón. Me estaba precipitando otra vez. Ya me voy.

Con gran lentitud se apartó de Kim Dan, lo escuchó bajar de la encimera y correr hacia él para darle un abrazo por la espalda antes de que saliera de la habitación.

—Esperemos a que Seonho tenga la sesión con la terapeuta ¿De acuerdo?

—Si— respondió acariciando sus brazos y bajó para salir por la puerta de la cocina.

Antes de alejarse definitivamente. Algo le dijo que debía echar un último vistazo a sus espaldas, tuvo que mirar hacia tras para satisfacer ese presentimiento y prestar atención en la ventana de la habitación de los niños.




Kim Seonho

Nunca... Bueno casi nunca se despertaba por sí solo, siempre hacía falta el beso de mamá cuando le tocaba en el hombro y le decía que era hora de levantarse para entrar a la ducha e ir a la escuela.

¡Justo ese día tuvo que abrir los ojos en mal momento!

Dado que ese día en clase tenían una actividad de búsqueda del tesoro, quería comprobar por sí mismo que no fuera una mañana lluviosa que pusiera en riesgo la diversión, pero tuvo que ver eso.

A 452 kilómetros de ti (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora