Love me like you do

Capítulo 31

Kate cierra el cuento favorito de su hijo, le cubre los pies con la sábana. Permanece unos segundos observándolo mientras la respiración de Alex es pausada y relajada. Le aparta el pelo de la frente para darle un beso.

- ¿Ya ha caído? - Pregunta su marido desde la puerta y casi susurrando.- no he llegado al final de la historia. El parque de bolas lo ha terminado de agotar.- Ambos salen de la habitación de su pequeño.

- ¿Crees que se tomará bien el nacimiento de sus hermanos?- Kate se lleva las manos a su vientre y suspira.- espero que si.- responde intentando pensar en positivo.

- Kate he estado pensando.- la pareja se sienta en el sofá para disfrutar de la calma que ahora se respira en la residencia Castle - Beckett.

- ¿En qué?

- En nosotros, en el futuro. En la familia. ¿Cómo hemos conseguido todo esto? Es decir, nuestro camino no ha sido nada fácil.

- Rick, ¿ya se te ha olvidado lo que me dijiste el día de tu secuestro?- Castle se rasca la cabeza y pone un gesto pensativo.- creo que no me acuerdo.

- Sí queremos un final feliz, no podemos rendirnos. Eso hemos hecho, trabajar duro para conseguir todo esto. Vamos a disfrutar cada minuto de cada día.

- Y todavía tenemos que seguir. Tenemos que pintar y decorar tres habitaciones. Además de comprar al menos otra cuna.- Rick no deja de sonreír, la idea de volver a ser padre...y de gemelos le encanta.

- Tranquilo, tenemos meses por delante. De momento, este fin de semana nos vamos a los Hamptons a descansar.- su marido le dedica una mirada algo extraña.- ¿A que viene esa cara?

- El otro día hice algo sin consultarte.

- No me asustes Rick.- Éste se levanta y entra al despacho, vuelve con unos billetes.- ¿Qué es esto?

- Ya que Alexander está de vacaciones y tú de reposo...he pensado que podríamos ir a un parque de atracciones. Si te parece bien, claro.

- Rick esto es...- Beckett mira los billetes, hay cinco.- ¿Tu madre y Alexis se vendrían?

- Les he comprado por si acaso. Pasar un fin de semana en familia. Después podemos relajarnos en los Hamptons. ¿Qué me dices?

- Eres el mejor, y voy a recompensarte por ello. Ven conmigo.- Castle no duda en seguir a su mujer hasta la habitación. Su mujer le agarra el rostro y lo atrae hacia ella para besarle. Los besos inundan el momento creando un ambiente caluroso; lo que provoca que tanto él como ella se quiten la ropa para disfrutar de los cuerpos.

Rick busca el cuello de su mujer, posa sus labios sobre él, lo saborea mientras sus manos se encargan de desabrochar con agilidad el sujetador que oprime los pechos perfectos de Beckett. Los labios succionan cada centímetro de su cuerpo provocando escalofríos en Kate; la cual lleva sus manos hasta la espalda de su marido.

Las caricias y los besos protagonizan esa noche tan especial para la pareja. Kate gime con cada embestida, Rick aumenta el ritmo cada vez que su mujer se lo pide jadeando.

Minutos más tarde...

Kate descansa apoyada en el pecho de Castle. Alexander tiene la misma expresión de su padre para dormir. De repente, ésta escucha un ruido que proviene del salón. Coge su pistola y camina de puntillas.

- ¿Quién anda ahí? - enciende la luz de una lámpara pequeña.- ¡Cielo!- Alex tiene los ojos hinchados de tanto llorar, Kate corre para cogerlo. Se sienta en el sofá.

- Cariño, ¿has tenido una pesadilla?- El pequeño asiente al mismo tiempo que se acurruca en el cuello de su madre.- ¿Quieres contármelo?

- Un monstruo quería llevarme a un sitio feo. Decía que no me ibais a echar de menos.

- Tú sabes que eso es una mentira muy fea. Papá y yo te queremos, muchísimo.- Madre e hijo permanecen en silencio durante unos minutos.

- Alex, ¿quieres dormir con el papilla y conmigo hoy? Así el monstruo no te molestará. - Éste asiente, le da la mano a su madre para ir a la habitación. Alexander se coloca en el medio de sus padres. No tarda nada en quedarse profundamente dormido.

- Vais a ser muy afortunados de pertenecer a esta gran familia.- susurra Kate a su vientre, decide hacer una foto a los hombres de la casa ya que ambos tienen la misma postura para dormir.

- Buenas noches, mis príncipes.