Parte sin título 26

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El loft se sume en un profundo caos, las paredes llenas de globos de diferentes colores y tamaños. Una pancarta que ocupa casi todo el salón en la cual pone: "Feliz primer año Alexander".


-Cielo, ¿no crees que todo esto es algo exagerado?- Pregunta Kate al ver toda la decoración que su marido se ha encargado de comprar junto con Alexis.


-Mi renacuajo se merece lo mejor, hice lo mismo con Alexis.- Rick termina de hinchar unos cuantos globos más.- Alex tan sólo tiene un año, le va a dar igual si hay globos o no.


-Venga Kate, sabes cuánto me gusta hacer este tipo de cosas. Tú te encargabas de invitar a los amigos más cercanos y yo de la fiesta de cumple.- Beckett ladea la cabeza en gesto de derrota.


-Voy a subir a ver cómo está el peque.- el príncipe de la casa ha estado con fiebre por culpa de los dientes, Kate se preocupó más de la cuenta; como siempre.


Cuando ésta pisa el pasillo escucha los llantos de su hijo, éste no deja de llorar en la cuna, se ha puesto de pie.


-Shh cariño, mami ya está aquí. ¿Tienes hambre?- Su hijo se calma casi de forma automática, acurruca su cabeza en el pecho de su madre buscando su pecho pero Beckett lo aleja.


- Lo siento peque pero ya es hora de que empieces a comer otras cosas aparte de la leche materna. ¿Quieres ver al papi?- Éste agita los brazos con alegría, Kate lo deja en el suelo y le coge de la mano para que Alexander vaya caminando al menos hasta las escaleras.


-¡Pero mira quién se ha despertado!- Martha aparece por la puerta cargada de bolsas, casi todas para su nieto.- La abuela te ha comprado un conjunto monísimo. Vas a ser el protagonista del dia.


-El que sea su cumpleaños no tiene nada que ver, ¿verdad madre?- Pregunta su hijo con sarcasmo, su madre hace caso omiso de ese comentario.- me he recorrido todas las tiendas para buscar el traje perfecto. No ha sido fácil.


- No tenías pora qué haberte molestado Martha, como sigamos comprándole ropa, tendremos que hacerle un vestidor más grande que el nuestro.


- El primer año es importante, con Richard no pude permitirme estos caprichos; Alexander debe disfrutar.- Alexis llega acompañada de Lanie, Jenny y Sarah Grace, la cual va agarrada al vestido de su madre.


- ¡Chicas! ¡Habéis venido muy pronto!- Dos besos para sus amigas y un gran abrazo para su sobrinita, rubia de ojos azules.- Hola Sarah, ¡Has crecido mucho!


- Papi dice que si como muchas verduras me haré tan grande y fuerte como tú, tita Kate.


- ¿En serio? ¿Y les haces caso a los papis?- La pequeña asiente con la cabeza, Jenny le dedica una gran sonrisa a la inspectora.- Si quieres puedes dejar a Alex con Sarah.


- Iba a darle de comer, se acaba de levantar de la siesta.


- ¿Puedo darle yo de comer, tita?


- Claro corazón, ven conmigo.- Beckett deja a su hijo en la trona mientras busca un potito para el pequeño hambriento, éste se ríe con las tonterías que le hace Sarah desde la silla.


- Mira mami, le gusto. Se ríe mucho.


- Eso es porque te quiere, princesa. Tú tienes que cuidar de él.


- Claro, porque él es un bebé, ¿a qué sí, mami?- Todos admiran la capacidad que tiene Sarah para captar las cosas, y tan sólo tiene 3 años.


- Alexis, ¿puedes ayudarme con una cosa?- Lanie y Jenny se toman una cerveza mientras charlan con Sarah y la inspectora.


- ¡Madre mía papá! Ahora sí que te has excedido, ¿qué es todo esto?- La joven pelirroja se queda sin palabras al ver el cuarto repleto de juguetes, desde peluches hasta juegos de construcción.


- Me he encargado de que el príncipe tenga todo lo que necesite, ahora ya no podrán regalarle juguetes de aquí en adelante. Sólo cosas esenciales.


- Pero...¿un cuarto entero? Creo que a Beckett no le va a gustar.


- Cambiará de opinión, ya lo verás. Además, contigo hice lo mismo y no te quejaste, es más, no salías de la habitación.


- Seguro que te lo estás inventando.- Rick abraza a su hija.- tengo un vídeo que lo demuestra, cuando quieras lo vemos.


- ¿Y qué pasó con mis juguetes? Tan sólo conservo un unicornio de peluche, lo compraste cuando me rompí la pierna.


- Cuando cumpliste los 6 años, conociste a una chica en el colegio que no tenía tanta suerte como tú y decidiste darle casi todos tus juguetes. Los demás los donaste.


- ¿En serio hice eso? ¡Vaya!


- Siempre he estado muy orgulloso de ti, Lex. Desde pequeña ya te preocupabas por los demás. Cuando me ponía enfermo, no te separabas de mí; ayudabas a la abuela para que me curase.


- Bueno...Aprendí del mejor, te quiero papá.- padre e hija comparten un gran momento en el cuarto de juegos de Alexander.- Yo también te quiero, calabacita.


- ¡Papá! ¡Ya no hace falta que me llames así!


- No puedo evitarlo.- lo que ellos no saben es que Kate lo ha escuchado todo, las lágrimas caen por sus mejillas; ahora mismo, se siente la mujer más afortunada del mundo por tener a esa familia.

Love me like you doDonde viven las historias. Descúbrelo ahora