UNA PARTE DE MI SIN TI // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 50 LA PEOR DE MIS PESADILLAS

Jennie ríe del nerviosismo de su prometida al verla en el asiento del copiloto moviendo la pierna desesperadamente y magullando entre sus manos una pobre pelota de espuma rosa. Con la misma mano que ocupa para poner los cambios a la camioneta, acaricia de arriba abajo su muslo para que se detenga cada vez, así todo el camino hasta llegar a casa de sus padres; ese día celebrarán el día de las madres con una reunión familiar durante todo el fin de semana.

—Lisa, cielo, tienes que calmarte.

—Tengo nervios, Jennie, tu papá...

—A mi papá no le prestes atención y déjamelo a mí y a mamá, tranquila.

Como siempre, la servidumbre recibe al par de chicas con extrema amabilidad en la entrada dando paso al jardín donde ya se encuentran los demás miembros de la familia.

—¡Cuñada querida! —saluda Jin con efusividad tranquilizando de inmediato a Lisa con su choque de puños—. Hermana —abraza a Jennie—. No saben lo que me alegra verlas, por fin tendremos un día de celebración en paz con esta familia.

—No canten victoria todavía, papá sigue rehusándose a tu compromiso con Lisa —llega Ningning.

—Tú nunca dejas de ser aguafiestas —codea el chico.

—Soy realista, mejor que ustedes dos estén preparadas para lo que sea que a papá se le ocurra decirles, de más está mencionar que tienen nuestro apoyo.

—¡Tía Jennie!

Umji corre al encuentro de la pelicorta deteniéndose algo tímida ante la imponente presencia de la chica del café, para después saludarla con un golpe de puño como le enseña su tío.

Michelle hace acto de presencia minutos después haciéndolos sentarse a la mesa para el delicioso almuerzo que ha mandado a preparar para la ocasión. Harold Kim se mantiene en su posición en la cabecera de la mesa comiendo en silencio cada vez mirando en dirección a la interacción de su hija y su novia compartiendo sonrisas y hasta la comida como un par de adolescentes enamoradas, cosa que le genera una sensación extraña en el corazón que no sabe muy bien de qué se trata.

—La cuchara más pequeña se utiliza para el postre —trata de explicar la pelicorta a Lisa.

—¿Pero qué sentido tiene? Solo ensucian más platos y cubiertos sin necesidad, luego Marta tendrá que lavar de más, pobrecita.

—Mi vida —ríe—. Tienes razón, tienes toda la razón, puedes usar los cubiertos que gustes.

Lisa termina su comida algo apenada por las miradas de su suegro que no le han pasado desapercibidas. En ocasiones jura que lo ve sonreír aunque sea de lado, contener la risa, enojo, tristeza, frustración y un sinfín de emociones; en una oportunidad hasta ella le devuelve la sonrisa, pero él cambia su semblante a serio de nuevo logrando intimidarla.

—¿Podemos meternos a la piscina luego? —pregunta Lisa a Jennie terminada la comida.

—Claro que sí, en cuanto nos baje la comida vamos a jugar a la pelota con Umji.

La familia se traslada hacia la piscina al caer la tarde para una barbacoa en la noche que dirige el señor Kim todavía reacio a integrarse en las actividades familiares. Lisa espera paciente en la orilla remojándose los pies a que Jennie vuelva de la ducha, que en cuanto la ve llegar con su muy pequeño y revelador bikini de dos piezas, se pone que esparce un río de baba por el piso.

—Creo que bien podríamos tener una segunda piscina si la llenamos de tus babas —molesta Jin haciéndola sonrojar.

—No se puede hacer una piscina con babas —reprocha—. Eso sería asqueroso.