Capitulo 1

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"Vuelve."
Duxo emergía de su hogar, el peso de la incertidumbre oprimiendo su pecho mientras se sumergía en la oscuridad de la noche. La búsqueda de Aquino se convirtió en una obsesión, una vez más enfrentaba la cruel realidad de su desaparición.

De nuevo? Antes de este nuevo mundo, existió otro, uno aud habia construido junto a Aquino. Pero tras su retorno del End, Aquino se desvaneció, dejando solo recuerdos amargos. Duxo ya lo había perdido una vez, y el miedo a perderlo nuevamente lo atormentaba.

Caminaba hacia el bosque, el corazón pesado con el peso de la incertidumbre. En su camino, se topó con Soarinng y Mictia, quienes lo recibieron con calidez, conscientes de su angustia por Aquino. Ofreciendo apoyo en su travesía angustiosa. -No tienes que enfrentarlo solo- , susurra Mictia con un toque de preocupación en sus palabras. Pero el peso de su dolor era algo que solo Duxo podía soportar. -No se preocupen, lo haré solo. Conozco a Aquino, sé dónde podría estar- , trató de tranquilizar a sus amigos, aunque su sonrisa apenas ocultaba su tormento

Caminaba hacia lo desconocido, hacia un destino que solo él y quizás Aquino conocían. La casa compartida, un refugio de amor y complicidad, ahora yacía como un monumento a la soledad, un recordatorio doloroso de tiempos pasados. -Tanto tiempo...- , susurra Duxo, una plegaria perdida en el vacío de la desesperación.

Se acercó a la puerta con paso lento, la tocó y la abrió despacio, anunciando su llegada. De repente, su mundo se llenó de colores cuando Aquino lo recibió con una amplia sonrisa en el rostro. Lo tomó de la mano y lo llevó dentro de la casa, hablándole emocionado sobre los nuevos hechizos que había descubierto. Duxo sintió una cálida nostalgia y un fuego interior que solo Aquino podía encender. La realidad se desvanece ante sus ojos, sustituida por una ilusión cálida y dolorosa. Donde Aquino lo recibe con una sonrisa, y por un fugaz instante, el mundo recobra color. Pero la cruel verdad lo arrastra de vuelta, dejándolo varado en un mar de desolación. La lluvia acompaña su lamento silencioso, una sinfonía de tristeza que solo él puede escuchar.

Con lágrimas en los ojos, Duxo se dejó caer sobre la cama, abrazando el vacío que Aquino dejó a su paso. La lluvia golpeaba el techo con una melodía triste, acompañando el llanto silencioso de Duxo. -¿Por qué debo sufrir así?- , se preguntaba en un susurro ahogado por el dolor

En un rincón olvidado del universo, un portar se abre, liberando a un hombre perdido en un mundo ajeno. Confundido y desconfiado, su espada empuñada refleja el miedo que lo consume. Dos figuras se acercan, desconocidas pero familiares, y el nombre de Aquino resuena en el aire. La alegría se torna en preocupación, mientras el enigma de su presencia se despliega ante ellos, sumiendo a todos en la incertidumbre.

Soarinng y Mictia, desconcertados, trataron de calmar la situación ante Aquino el cual se encontraba hostil asegurándole que eran sus amigos y que podían ayudarlo.

-Aquino... somos tus amigos- , dijo Soarinng ante la figura desconcertada de su amigo. -Soarinng... él no es nuestro Aquino, pero necesitamos a Duxo, él sabe más del tema- , susurró a Soarinng, quien asintió en comprensión. -Eh... Aquino, debes estar perdido, ¿no es así?-, dijo Mictia con nerviosismo. -Podemos ayudarte con lo que necesites-, añadió con una sonrisa amable.

-¿Cómo podrían ayudarme? No puedo confiar-, respondió Aquino con desconfianza. -Nosotros sabemos cómo puedes volver a tu casa. Ven con nosotros- , aportó Soarinng.

Aquino accedió a la propuesta, aunque su desconfianza persistía en ese mundo desconocido. Fueron guiados a la casa de Soarinng, donde Mictia y Soarinng discutían sobre qué hacer a continuación. -Debemos ir por Duxo, pero no podemos dejarlo solo- , dijo Mictia. -Yo iré por él, tú quédate y vigílalo- , respondió Soarinng. Ambos estuvieron de acuerdo y continuaron con sus tareas.

Soarinng partió en busca de Duxo, sin tener idea de dónde buscar, mientras que Duxo, sintiéndose indignado por la ausencia de Aquino, decidió regresar a casa. En su camino se encontró con Soarinng. -¡Duxo! ¡Te he encontrado! Es algo importante, tienes que venir a mi casa- , dijo Soarinng con gran preocupación.

Duxo, confundido, preguntó: -¿De qué hablas, Soarinng? ¿Qué ha pasado?-. Soarinng le dio una mirada preocupada para luego decir. -Es Aquino.- Sin más, Duxo corrió directamente a la casa de Soarinng. Llegó jadeando del cansancio y abrió la puerta con fuerza. Lo que vio lo dejó atónito: Aquino, con una apariencia distinta, pero era él.

Al ver a Duxo, Aquino se sorprendió y se arrodilló ante él. -Mi rey... es un gusto verte de nuevo- , dijo con respeto. Todos los presentes se alarmaron ante este comportamiento inusual. -¿Rey?-, respondió Duxo confundido.

Aquino, confundido, explicó su situación. En ese momento, Duxo comprendió que ese no era su Aquino. La ansiedad se apoderó de él al pensar en dónde podría estar su amigo real. Miró a su alrededor mientras los demás buscaban respuestas en él.

-Aquino... es un gusto verte, pero no soy tu rey-, dijo Duxo con nerviosismo ante la sorpresa y confusión de Aquino. -¿A qué te refieres? ¿No eres mi rey Duxo?- , respondió Aquino.

-Aquino... no soy quien conoces- , Duxo respondió, suspirando algo tenso. Aquino se levantó y se sacudió. -No puedo creer lo que dices, seas el Duxo que conozco o no, te juré lealtad y la cumpliré como debe ser- , dijo con total claridad y seriedad, lo que estremeció a Duxo.

A pesar de todo, Duxo sonrió interiormente. Aunque fuera un poco egoísta, tenía de vuelta a Aquino y su juramento de lealtad significaba que nunca lo abandonaría. Se despidió de Mictia y Soarinng, quienes estaban desconcertados por lo ocurrido, y guió a Aquino a su casa, sintiendo que aún no era seguro dejarlo en la casa que Aquino había construido.

[Les dejo un fan art al inicio como refenrecia de la aparición del nuevo Aquino. Igualmente créditos al autor del fan art.]

Again? [Duxino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora