Capitulo 20

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Aquino había pasado los últimos días los paso en la casa del antiguo Aquino, evitando cualquier encuentro con Duxo. El dolor de la traición aún lo consumía, y aunque Mictia había ofrecido su apoyo, él prefería no ser una carga para ella. Cada día que pasaba, su determinación de regresar a su mundo se fortalecía, y con ello, la idea de dejar atrás todo lo que había vivido en ese lugar. Su corazón aún estaba roto, pero el tiempo había suavizado las heridas, al menos lo suficiente como para que pudiera enfocarse en su misión. Ya no había razón para quedarse ahí, ya no mas..

Mientras leía las páginas del libro de hechizos, Aquino descubrió que necesitaba un artefacto especial para regresar a su universo. Aunque los demás materiales ya estaban en manos de Mictia, este objeto se encontraba en un antiguo templo, escondido en medio de la selva. La idea de enfrentar esta aventura solo le daba una extraña mezcla de nostalgia y tristeza, recordando su primera misión junto a Duxo, aquellos momentos que ahora parecían tan lejanos y dolorosos.

Mictia, preocupada por él, le ofreció su ayuda una vez más. —¿Crees poder hacerlo solo? —preguntó, su voz cargada de inquietud.

—Sí, no te preocupes —respondió Aquino, esbozando una sonrisa que intentaba ocultar sus propios miedos—. Es algo que debo hacer por mí mismo... no quiero ponerte en peligro.

Mictia asintió, aunque su preocupación no disminuyó. —Está bien, pero si en algún momento necesitas ayuda, sabes que puedes decírmelo.

Aquino mantuvo su sonrisa, pero en su interior, una parte de él dudaba. Había algo que lo detenía, una sensación persistente que lo hacía cuestionar su decisión. Sin embargo, no podía permitir que sus emociones lo dominaran, así que suprimió esos sentimientos y se preparó para lo que estaba por venir.

El viaje hacia el templo fue largo, dos días y una noche de camino a través de la densa selva. Cuando finalmente llegó, el templo se alzaba ante él, cubierto de musgo y marcado por el paso del tiempo. Aquino respiró profundamente antes de dar el primer paso hacia el interior. Apenas había entrado cuando un sonido sutil rompió el silencio, alertándolo de que había activado una trampa. No tuvo tiempo de reaccionar, pero en el último segundo, alguien lo jaló, salvándolo de un destino fatal.

Aquino exhaló aliviado, agradeciendo su suerte. Sin embargo, al voltear para ver a su salvador, su alivio se desvaneció al encontrar a Duxo, jadeando mientras intentaba recuperar el aliento. —¡Llegué justo a tiempo! Qué descuidado fuiste —lo regañó Duxo, pero Aquino solo frunció el ceño y se alejó de él, la molestia evidente en su rostro.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Aquino, su voz cargada de enojo.

Duxo lo miró con arrepentimiento. —Quiero ayudarte. Sé que no confías en mí, y lamento profundamente haberte mentido, pero quisiera hacer las cosas bien esta vez... Quiero compensarlo —dijo, su tono lleno de sinceridad.

Aquino lo observó con incredulidad. Su corazón latía con fuerza, una mezcla de ansiedad y deseos contradictorios lo invadía. Quería creerle, quería dejarse llevar por sus sentimientos y abrazarlo, pero la herida de la traición aún era demasiado profunda. —No es muy propio de ti ser leal —respondió Aquino con sarcasmo—. No, gracias, lo haré solo.

—¿Solo? Hace unos segundos casi mueres en una trampa. Conozco este lugar a la perfección, lo estudié bien y estoy preparado para cada obstáculo. Será mucho más fácil si lo hacemos juntos —dijo Duxo con seriedad, sin rastro de broma en su voz.

Aquino dudó por un momento, sabiendo que Duxo tenía razón. La ayuda no estaría de más, pero aceptar su oferta también significaba abrirse a una posible nueva traición. Con un suspiro pesado, finalmente cedió. —Bien, aceptaré tu ayuda... pero si vuelves a traicionarme en esta misión, no dudaré en matarte —amenazó, su tono frío y su mirada helada mostrando claramente que no estaba dispuesto a tolerar otra decepción. En ese instante, By2002 se hizo presente.

Duxo tragó saliva, sintiendo la amenaza en el aire, y esbozó una pequeña sonrisa nerviosa. Sabía que esta era su oportunidad, tal vez la última, de enmendar sus errores y ganarse nuevamente la confianza de Aquino, aunque el camino hacia la redención sería largo y difícil. Pero por ahora, al menos estaría cerca de él, y eso era lo único que importaba.

Again? [Duxino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora