Al detenerse frente a los jueces, Jinwoo analizó cada uno de los rostros presentes, tragando saliva con nerviosismo, hasta que de repente lo reconoció. Su corazón se aceleró con fuerza bruta contra su pecho cuando estuvo frente a frente con aquel hombre. Su primer impulso fue querer volver y abandonar ese salón; sintió que lo que estaba haciendo era un error. Sintió la tentación de golpear a su amigo por haberlo llevado a esa situación, pero al mismo tiempo, se sintió tan avergonzado que quiso golpearse a sí mismo por experimentar tales sentimientos de cobardía. Pero en el fondo, Jinwoo sabía que quería verlo a él de nuevo.
Mordió su labio inferior, como era habitual. El nuevo arete le provocaba punzadas de dolor, así que decidió dejarlo en paz y exhaló un profundo suspiro. Después de que hubiera llenado en cuestión de segundos la hoja para inscribirse, volvió a mirarlo. Siendo sincero, no tenía esa intención al principio, pero al entrar al club, la nostalgia nubló su juicio y ceder a la persuasión resultó ser más sencillo de lo que imaginaba. Inicialmente, su intención era acompañar a Johan, pero tras reflexionar sobre ello, se dio cuenta de que en realidad anhelaba volver a bailar.
No importaba cuál fuera el pronóstico.
Al acercarse a la superficie de vidrio cubierta de papeles donde reposaban las manos de Seojun, Jinwoo carraspeó suavemente, jugando con sus cortos mechones de cabello mientras depositaba el formulario sobre la mesa. Su mirada se encontró primero con los ojos del chico de los lentes, y luego, de reojo, pudo notar al hombre de cabellos castaños que estaba a su lado. No podía quedarse allí, como un tonto, maravillándose de lo diferente que lucía con su cabello oscuro.
No supo qué palabras elegir; simplemente regresó a su sitio y exhaló profundamente todo el aire que había retenido en sus pulmones, confrontando finalmente aquello que tanto había temido. El sonido de la música retumbó por todo el salón; también gobernó su sistema auditivo. Sin comprender completamente lo que sucedía, su cuerpo se fusionó con el ritmo y la energía de la música, convirtiéndose en una extensión de su esencia. Se movió con una perfección asombrosa, ya que, en esencia, siempre había estado destinado a hacerlo. En el momento en que comenzó a bailar, su mente se vació por completo; las suaves luces del lugar se transformaron en una brillante tonalidad fosforescente, donde el color rojo reinaba por encima de todo. Una sutil y delicada película de sudor adornaba su cuerpo con una elegancia magistral, mientras la melodía de "Know About Love" de Donny llenaba el aire desde los altavoces.
Se movía al ritmo con una gracia asombrosa, como si conociera por instinto cada paso, sin preocuparse por el paso del tiempo ni por la posibilidad de ser aceptado. Anhelaba recuperar esa sensación familiar de libertad que solo el baile podía ofrecerle; deseaba entregarse al movimiento y observarse en plena acción. Cuando la música llegó a su fin, una sonrisa se dibujó en su rostro, evidenciando la alegría que le había faltado. Había anhelado con intensidad esa conexión inexplicable con su cuerpo, el ritmo vibrante que latía en su ser y la penetrante mirada del público que lo envolvía en ese momento mágico.
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EROS CLUB
RomanceEn el vibrante mundo de Eros Club, Lee Hyusang, un empresario exitoso y abiertamente homosexual, hereda el negocio de su difunto padre. Con su fiel amigo Wooyoung a su lado, el club brilla con sus espectaculares shows de striptease mixtos y vibrante...