"El RENACER DE EROS"
Jinwoo recordaba cómo aquella mañana buscó con su mano el cuerpo del mencionado al despertar. Su mente lo engañó al darle la esperanza de que lo encontraría en la cocina, que al menos podría verlo una vez más antes de que se marchara. Los recuerdos del día anterior le dejaron un sabor agridulce en la boca y una carga en el pecho; sin embargo, esa carga se transformó rápidamente en una profunda amargura al aceptar que nunca podría revivir ese momento.
Para cuando salió de la habitación, el silencio lo recibió desde el otro lado. Mientras caminaba por el apartamento, recordó haberlo llamado varias veces, pero solo recibió un inquietante silencio. Esa respuesta fría le hizo darse cuenta de que Hyusang había salido de su vida para siempre y que, inevitablemente, todo volvería a ser como antes de su llegada. El pensar cómo serían sus días sin él causó que el simple hecho de respirar fuera doloroso; su corazón dolió, negándose a aceptar que el rubio solo se había ido. Las llamadas de su parte se volvieron cada vez más frecuentes en las horas siguientes, hasta que llegaron a un momento en el que la contestadora automática dejó de atender.
—Este número ha sido desactivado, por favor, indique... —Jinwoo soltó un pesado suspiro, reteniendo su necesidad de solo lanzar su teléfono contra la pared y solo lloró.
Lloró con fuerza, tanta que los espasmos se apoderaron de su cuerpo y el respirar se le hizo una tarea imposible, casi agonizante. Por un momento, estuvo convencido de que podría sufrir un ataque al corazón por el intenso dolor que sentía en el pecho, o incluso desmayarse si la situación no llegaba a tales extremos.
Lloró por su ingenuidad al haber creído que podría disfrutar de más tiempo con ese hombre casi prohibido, confiando en que, entre todos sus amantes, él sería la única excepción. Lloró por el profundo dolor que habitaba en su alma, por la ausencia de quien había partido, por sentirse indigno y por no poder afrontar la cruda realidad de sus verdaderos sentimientos hacia un hombre. Se sentía atrapado, incapaz de vislumbrar más allá de su carrera o de lo que otros pudieran pensar de él.
Jinwoo lloró hasta el cansancio, ese mismo que lo llevó a quedarse dormido en el suelo. Durante la cena de fin de año, Jinwoo se abrió con sus padres y compartió su proceso de autodescubrimiento. Esto le permitió evitar explicaciones cuando su padre vino a buscarlo, ya que se encontró incapaz de abandonar por sí solo aquel lugar.
Al llegar, el hombre sintió que su corazón se desmoronaba al contemplar las deplorables condiciones en las que lo halló. El señor Kim pasó horas tratando de consolarlo, tanto en el trayecto a casa como después, cuando se acomodó en la habitación de huéspedes. Su madre, sin dudarlo, se dedicó a preparar deliciosas comidas con el fin de animarlo, pero todo pareció imposible.
Los padres de Jinwoo intentaron desarrollar un profundo desdén hacia Lee Hyusang, y lo lograron. Aunque inicialmente no estaban dispuestos a admitirlo, pronto comprendieron la complejidad de la situación. Después de años de experiencia en el mundo empresarial, ellos comprendían que la competencia era feroz y no dudarían en usar cualquier pretexto para atacar a su hijo y arruinar su vida.
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EROS CLUB
RomanceEn el vibrante mundo de Eros Club, Lee Hyusang, un empresario exitoso y abiertamente homosexual, hereda el negocio de su difunto padre. Con su fiel amigo Wooyoung a su lado, el club brilla con sus espectaculares shows de striptease mixtos y vibrante...