veintiuno.

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Hyunjin y la pequeña Lía reían a carcajadas mientras jugaban en el suelo de la sala. Los bloques de construcción estaban esparcidos por todas partes, y Chan, observaba desde el sofá con una sonrisa.

—¿Quién llamó, Chan? —preguntó El pelirrojo, deteniéndose para mirar al amigo de jeongin.

Chan frunció el ceño, recordando. —Fue Innie —dijo, arrastrando las sílabas. —Pero no pude escuchar lo demás.

El alfa pelirrojo asintió y se levantó. Sin embargo, antes de que pudiera ir a buscar su teléfono, el televisor atrajo su atención. Las noticias estaban en marcha, y la voz del presentador llenó la habitación.

—En noticias de última hora, el joven CEO de la empresa Yang ha sufrido un accidente grave —anunció el presentador. —Se encuentra en el hospital en estado crítico.

El corazón de Hyunjin se aceleró. No podía ser. No podía ser Jeongin. Pero la imagen del hombre en la pantalla era inconfundible. Era Jeongin, su omega.

Sin pensarlo, Hyunjin salió corriendo del departamento, ignorando las preguntas preocupadas de Chan. En el hospital, se enfrentó a la secretaria de la recepción.

—¿Dónde está Yang Jeongin? —exigió, su voz temblando. —Soy su alfa, y necesito verlo.

La secretaria dudó, pero finalmente asintió. —Está en la habitación 304 —dijo. —Pero no puedo dar más detalles

El alfa se apresuró por los pasillos, su corazón latiendo con fuerza. Finalmente, llegó a la habitación y encontró a Jeongin allí. Su omega estaba pálido, con una mascarilla de oxígeno y vendajes en la cabeza. Tenía moretones en la piel y parecía frágil.

Se acercó con cuidado y se sentó junto a la cama. —No quiero perderte —susurró, mirando a Jeongin con ojos angustiados.

Jeongin parpadeó, confundido. —¿Está todo bien? —preguntó, su voz débil.

Hyunjin sonrió, aliviado. —Sí, todo estará bien —respondió. —Solo... no quiero perderte.

Jeongin le miró, sus ojos llenos de preguntas. —¿A qué te refieres?

Hyunjin tomó su mano. —A que eres mi mundo, mi omega —dijo. —Y no puedo imaginarme la vida sin ti...

Jeongin sonrió débilmente. — hace unos días decías que era un narcisista —Bromeo —No iré a ninguna parte —prometió. —Estoy aquí, contigo.

Y en ese momento, Hyunjin supo que haría todo lo posible para mantener esa promesa. Porque Jeongin era su todo, y no podía permitirse perderlo.

(...)

Tres días habían pasado desde el accidente de Jeongin. Ahora, el Omega estaba de vuelta en el departamento, su cuerpo aún débil pero su espíritu más fuerte que nunca. Al entrar, se encontró con Chan y Hyunjin, quienes parecían estar esperándolo.

—Esto no fue una coincidencia —dijo Jeongin, mirando a ambos. —Fue planeado.

Chan frunció el ceño. —¿Planeado? ¿Por quién?

El Omega asintió. —Tengo a alguien en mente — respondió. —Pero antes de continuar, necesito hacer algo... Chan, ¿Podrías cuidar a lía está noche?

—Jeongin...

—Confia en mí —Pidió y este terminó accediendo. Estando solo con el alfa lo observó, para luego sonreír —Yo tampoco quiero perderte —le confesó —Y hay solo una manera de sellar nuestro lazo...

El alfa lo miró, sus ojos llenos de emoción. —¿Estás seguro? —preguntó. —No hay vuelta atrás.

Jeongin asintió con determinación. —Estoy seguro, tengo una teoría —afirmó. —Marcame Hyunjin.

Babe, No Eres Omega | Hyunin [Omegavers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora