Dangerous || Junior Wheeler

24

El sonido de la música resonando en los altavoces hacía que mis oídos duelan, la casa estaba llena de personas, algunas parejas se encontraban besandose en los rincones, la mayoría llevaba un vaso de plástico en la mano, algunos bailaban, mientras que los chicos se limitaban a “jugar” a quien acababa primero en beber, o quién terminaba más ebrio a lo que noté. Oliver me arrastraba entre la multitud con nuestras manos entrelazadas, después de aquel día nadie volvió a mencionar nada del tema, pero era obvio que ya no éramos la mejor pareja ante los ojos de la gente. En una esquina divisé a Jake y Devon besandose sonreí e hice un intento de acercarme a ellos pero Oliver me sostuvo con fuerza.

—¿A dónde vas?—preguntó mirándome con cierta furia.

—Con Jake y Devon—al ver qué estaba por decir algo me apresuré a hablar—Oliver por favor no empieces, después del papelón que armaste la última vez todos nos observan, y si vuelven a ver algo así será sospechoso...

—¿Acaso estás amenazándome?—inmediatamente abrí los ojos como platos y negué varias veces.

—No, no...solo lo decía porque...—me empujó un poco y dió media vuelta.

—Vete antes de que quiera matarte.

Caminé rápidamente hacia ellos sintiendo mi corazón palpitar, tenía miedo, no podía negarlo, pero traté de contenerme.

—Hola chicos—dije sonriendo.

•••

Oliver había desaparecido pero eso solo me tranquilizaba, pues podía divertirme sin tener sus ojos clavados en mi, quemando mi cuerpo y poniendo mis sentidos alerta, bailaba con Jake hasta que sentí las manos de alguien en mi cintura, inmediatamente voltee a ver quién era.

—¡¿Que demonios te pasa?!—grité al ver a un chico pelirrojo detrás mío.

—Heey tranquila muñeca solo quería bailar—dijo levantando las manos en señal de paz.

—No vuelvas a tocarme.

Me di la vuelta para bailar nuevamente con Jake, pero volví a sentir aquellas manos, esta vez en mi trasero, antes de que pueda volver a golpearlo una mano lo tiró al piso e inmediatamente retrocedí. Era Junior. Se lanzó encima de el para golpearlo, sus puños aterrizaron en su mejilla, sus labios, y su nariz. Antes de que pueda seguir golpeándolo lo agarré de la mano.

—¡Junior basta! ¡Es suficiente!.

Su mirada se suavizó al igual que sus músculos y me miró, sus ojos irradiaban enojo pero al mirarme solo noté arrepentimiento, como si le doliera que lo haya visto. Lo tomé de la mano y lo levanté del piso, el aún tenía la mirada puesta en mi, y se levantó siendo guiado por mi hasta un sofá que se encontraba en la parte trasera de la casa, al aire libre.

—¿Ya estás mejor?—pregunté, el asintió y solté su mano—no era necesario que me defiendas, yo podía hacerlo sola.

—Claro, ¿Podías golpearlo verdad? ¿Acaso eres tonta Kate?—lo miré unos segundos.

—No me trates así.

—Es que tú crees que puedes sola cuando no es así, no piensas las consecuencias, actúas sin pensar joder—se levantó con la mandíbula tensa.

—Cálmate Junior—lo tomé de la mano y el me soltó de forma brusca.

—¡Me desesperas por Dios!