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Salí de la casa para hacer unas cuantas compras, adornos pequeños para mí habitación, la señora Miller había salido temprano y aún no volvía, el señor Miller me dejó la llave de la casa y me dijo que iría a recoger a su esposa, me encargó unas cuantas cosas para que la señora Miller cocine al llegar, tomé sus indicaciones de como llegar al supermercado y tomé un bus para llegar, bajé del bus y me dirigí al supermercado, era demasiado grande.

Tomé un carrito y camine primero en busca de lo que me había encargado el señor Miller para luego comprar decoraciones para mí habitación. Compré rápidamente todo lo que la señora Miller me había dejado en una pequeña libreta y al terminar caminé por los pasillos de adornos y decoraciones.

En ellas encontré hojas artificiales que pegaría al rededor de mi habitación, plantas artificiales, una que otra figurita interesante, me dirigí a pagar y escuché la voz de alguien gritando, parecía que estaba peleando.

Miré en dirección a los ruidos y no alcancé a ver nada, la voz del hombre era demasiado extraña, sonaba gruesa como si tuviera tos o algo así. Me dirigí al trabajador quien esperaba mi tarjeta para pagar, se la entregué e inmediatamente comenzó a guardar mis cosas en bolsas que no sabía cómo llevar a casa, tal vez tomaría un Uber.

Tomé mis bolsas y me senté en unos asientos que estaban fuera del supermercado mientras esperaba el Uber, tomé mi celular y decidí buscar a los señores Miller, su fecha de nacimiento y demás se encontraban en mi búsqueda, pero una noticia me llamó la atención.

"Los Miller pierden a su primer hijo"

La historia que me habían contado llegó hasta internet, eran famosos claro que la historia de su vida estaría en internet, solo no quería aparecer en alguna de esas noticias, no quería que sepan de mi, pero me habían adoptado unos famosos, obviamente mi vida también tendría que estar ahí.

El Uber apareció y me subí rápidamente acomodando las bolsas a mi lado, el auto comenzó a avanzar y me acomodé para mirar por la ventana, Hackensack no dejaba de sorprenderme, a pesar de ser un pequeño pueblo era muy lindo, se sentía muy cálido, los árboles pintaban las calles de un color hermoso, sin contar las hojas que empezaban a caer de los árboles dando la bienvenida a la estación del año favorita de todos: Otoño, una época en la que las calles se llenan de hermosas hojas, y sobre todo, una época en la que las casas son decoradas con vampiros, zombies, momias, fantasmas, y todo lo terrorífico y diabólico.

En el orfanato no celebrábamos Halloween, llegaban a repartirnos unos cuantos dulces y eso era todo, siempre quise ir a una fiesta de Halloween o algo por el estilo, cuando era pequeña mi madre solía disfrazarme y llevarme a pedir dulces, la última vez que célebre Halloween fui vestida de Dorothy, tenía dos coletas y un perrito de peluche, ambos me conseguían demasiados dulces, pero mamá no me dejaba comerlos todos, dejaba que elija una cierta cantidad de dulces, y lo demás, los llevaba a un orfanato, ella me contaba que los niños no tenían padres, y se quedaban ahí hasta que alguien decida adoptarlos. De niña siempre pensaba en que el destino no era bueno con esos niños, y no dejaba de pensar en lo horrible que era no tener padres y estar encerrada ahí, pensaba que las personas que adoptaban a esos niños eran muy buenas, pero después de perder a mis padres, y vivir en un orfanato, me di cuenta de que era peor de lo que pensé, y dejé de pensar en que las personas que adoptaban a esos niños eran buenas, no es que te traten mal, la mayoría de las personas que adoptan es buena, pero el problema es que no se siente bien...me refiero a que tratan de ser tus padres y que los llames como tal, y al menos para una persona que como yo que perdió a sus padres eso es una completa mierda ¿Cómo carajos podría llamar a dos personas desconocidas "padres"? Realmente para mí eso no tenía sentido. Por ese motivo siempre me regresaban al orfanato, siempre hacia todo lo que un padre odiaría de un niño, era desobediente, hacía berrinches en todo lado, tiraba la comida, rompía los juguetes, lloraba cuando me decían que no a algo, en fin, eso se había vuelto una rutina para mí.

Dangerous || Junior WheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora