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—Kate algo muy extraño está pasando—decía Jake mirándome fijamente.

—Jake, ya te dije, estás paranoico con todos los asesinatos reportados de éstas últimas semanas—Jake estaba a punto de decir algo pero lo interrumpí—de acuerdo, dime tus teorías pero no aquí.

Ambos salimos al patio para sentarnos sobre el césped, pero antes de que podamos hablar apareció Lexy arrastrando a Junior del brazo quien tenía una mirada de fastidio.

—¿De que hablan?—preguntó sentándose en el césped estirando a Junior con ella.

—Bueno...íbamos a hablar sobre los asesinatos y todo eso...

Miré a Junior de reojo y este solo miró a otro lado tensando la mandíbula, pero mirando sus manos noté que estaba nervioso.

—¿No les parece raro la muerte de Oliver...? Fue en la fiesta, debió ser alguien de la secundaria—dijo Lexy mirando a Jake quien negó con la cabeza.

—Había...un muñeco, Chucky.

—¿El muñeco buen chico que tenías?—preguntó Lexy y pronto los pelos se me pusieron de punta.

—Si, ese mismo, pues resulta que el tiene vida e intentaba que yo asesinara y...—antes de que pueda terminar Junior se levantó de golpe llamando la atención de todos.

—Esto es pura basura, deja de hablar estupideces Jake—los tres lo miramos con asombro y pasando sus manos por su cabello suspiró—que mierda, me largo.

Caminó furioso hacía la entrada y suspirando me levanté también corriendo detrás de el, dejando a Lexy y Jake quienes nos observaban.

—Hey, Jun—lo tomé del brazo y este se giró a verme—tranquilo.

—Kate...

Lo sabía, estaba a punto de tener un ataque de ansiedad, su respiración era agitada, su cuerpo temblaba, y sus ojos los cerraba con fuerza mientras apretaba sus puños, últimamente estaba teniendo muchos de esos ataques, y todo por culpa del idiota de Chucky. Lo primero que hice fue tomarlo de las manos para que deje de apretarselas, una vez que se calmaba un poco lo abrazaba y esperaba a que su respiración calme, y así sabía que ya se encontraba bien.

—Estoy aquí ¿Si? Tranquilo—el se separó del abrazo y me miró con una media sonrisa.

—Gracias Kate, no se qué haría sin ti...

•••

Me levanté de golpe por el ruido de mi alarma, al parecer tenía 15 minutos sonando, genial, la universidad era un desastre, estuve llegando tarde todos los malditos días. Me cambié lo más rápido que pude y salí corriendo, subí a mi auto dejando mi vaso de café en el portavasos y encendí el motor, salí del estacionamiento fijandome si se encontraba alguien en la acera, no quería volver a espantar a la señora Norris en su paseo matutino con Gina, su pequeña Chihuahua que parecía odiar a todo el mundo, intentó morderme un par de veces pero siempre procuraba llevar un poco de comida en mis bolsillos para lanzarselos y correr en lo que terminaba el pequeño bocadillo. En el camino encendí la radio en la cual comenzó a sonar la canción The Beach de The Neighbourhood, abrí la ventana y respiré profundamente, disfrutaba de mi soledad, me sentía en paz.

Al llegar estacioné mi auto y bajé mis cosas, me dirigí a la entrada cuando escuché una voz llamar por mi nombre.

—¡Kate!—gritaba Austin mientras agitaba su mano desde su auto—llegando tarde de nuevo.

Hablemos de Austin Henderson, un chico adinerado, alto, rubio, ojos azules que tiene un encanto sobrenatural, aunque también sabe cómo llamar la atención de las chicas, es hijo de unos empresarios muy conocidos en California, fue la primer persona con la que hablé cuando llegué a Los Ángeles, y desde entonces somos muy cercanos.

—Me quedé dormida—dije acomodando mi cabello.

—Seguramente—bajó de su auto acomodándose sus lentes de sol.

—¿Y tú?—pregunté.

—Bueno, ya deberías saber que nunca llego temprano—dijo con una sonrisa—lo mejor siempre llega al final.

Aguanté una risa y el me miró expectante.

—¿Y lo gracioso?

—¿Puedes ser más egocéntrico...?—dije soltando la última palabra con suavidad mientras se me iba quitando la sonrisa.

Oh no, un maldito deja vu...

—En realidad, no soy egocéntrico—dijo Austin sacándome de mis pensamientos.

—Mhm si, claro que si—dije sonriendo un poco.

—¿Entramos?—asentí siguiéndolo abrió la puerta para que pudiera pasar y seguido de eso caminó a mi lado—¿Que pasa?—preguntó de repente.

—¿De que?

—Estas muy distraída, y algo apagada.

—No sé de qué me hablas—dije subiendo las gradas.

—Es por el, ¿Verdad?—preguntó y pronto me detuve.

—¿Por quién?—me giré para mirarlo.

—Junior.

No, no digas su nombre.

Probablemente nunca habría hablado de Junior Wheeler con Austin, pero aquel día que salimos de fiesta, y después de haberme pasado de copas, terminé contándole todo lo que había pasado con el, y el motivo por el que terminamos. Aunque me gustaría decir que actúe de forma madura al contárselo, estaría mintiendo totalmente, porque actuar de forma madura no es llorar por alguien tirado en el piso, ¿verdad?

—No Austin, ya pasaron dos años, casi tres—dije apretando la barandilla.

—Se sincera.

—Lo digo enserio, ¿podemos dejar de hablar de eso? Ya llegamos muy tarde—subí las gradas con rapidez escuchando a Austin suspirar.

Entramos al salón y nos sentamos en la parte de atrás como de costumbre, la primera clase era literatura, era una de mis clases favoritas porque siempre teníamos una hora libre para leer o escribir.

Aunque estos últimos años todo parecía ir bien, no podía negarlo, Junior seguía en mi cabeza, aunque odiaba que sea así, algunas cosas iban bien, como por ejemplo, ya no tenía que preocuparme por el, porque algún día la policía lo encuentre, o tener que soportar sus cambios de humor debido al estrés, el había cambiado desde que Chucky apareció, y no de una buena forma. Y yo, yo también había cambiado, porque mi actitud dependía de cómo se encontraban las cosas con Junior, porque después de todo, había agarrado una dependencia hacía el, y eso fue lo que más me afectó cuando pasó todo, y viajar a California para ya no verlo, fue una de las mejores decisiones que había tomado, al menos por un tiempo.

Todo me recordaba a el, porque el siempre estaba en cada cosa que hacía, cada conversación que tenía, en los ojos de las personas, en los autos rojos que pasaban por las calles, en los días solitarios de lluvia cuando veía Harry Potter, e incluso en las noches de insomnio cuando lo único que deseaba era estar a su lado, pero por más que deseara que todo eso vuelva a suceder, sabía que el probablemente seguía haciendo todo eso y más, pero ya no conmigo, porque ahora, el se encontraba con alguien más...

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¡Holaaa! Lamento no haber subido capítulo, el estrés con las tareas y exámenes era bastante, y entre estudiar y entregar trabajos no tuve mucho tiempo para actualizar, espero que les haya gustado el capítulo no olviden dejar su lindo voto, guardar la historia a su biblioteca y seguirme para no perderse de ninguna actualización 💜

Gracias por leer💌

Mary🦋

Dangerous || Junior WheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora