En un rincón olvidado del mundo mágico, en las sombras de la historia, se oculta un misterio que podría cambiar el destino de una joven hechicera. Cristine Snape, hija de Severus Snape, desconoce por completo su verdadero linaje y el legado que lle...
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"X: -Ella irá a Hogwarts, pero su existencia debe permanecer en secreto- declaró una voz masculina en medio de la oscuridad, como si estuviera discutiendo con un alguien.
X: -¿Cómo lograremos eso? ¿Cómo puedes siquiera sugerirlo? Son hermanos, no podemos permitir que se conviertan en extraños- replicó la voz femenina que ha visitado mis sueños desde siempre. Seguí avanzando entre las sombras mientras la voz sollozaba. -No, Cristine debe estar junto a su hermano. No lo permitiré. Los protegeré‐ dijo mientras su voz se entrecortaba."
X: -¡No, no podemos permitirlo! Los matarán si descubren la verdad... Debemos separarlos cuando cumplan cinco años- insistía aquel hombre, mientras yo me caminaba en diferentes direcciones de aquel lugar oscuro.
De repente, divisé a alguien con cabello rojizo entre las sombras, intentó voltearse hacia mí, pero todo se desvaneció en la oscuridad. Luego, una mano, que presumí era de esa mujer, intentó alcanzarme. -¡HIJA! ¡CRISTINE!' gritó desesperadamente.
Yo balbuceé: -¿M-mamá?- antes de que su último grito pudiera sacarme de mi sueño: -¡CRISTINE!-
Cuando finalmente abrí los ojos, me encontré mirando el techo con intensidad. Siempre había soñado con esa voz, pero nunca había visto a quiénle pertenecía. Ahora, al cumplir 11 años, me doy cuenta de que esa voz siempre ha sido de mi madre. Tal vez está tratando de comunicarse conmigo, pero nunca logro entender nada. Comencé a sentirme inquieta. "De todos modos, solo son sueños", pensé. Pero ¿de quién era la voz masculina?
Decidí quedarme en la cama. La emoción inicial de mi cumpleaños se desvaneció al descubrir que la voz pertenecía a mi madre y que, incluso en mis sueños, no podía tenerla cerca. Sin embargo, no quería preocupar a mi padre. Nunca le había hablado sobre mis sueños, temía entristecerlo al saber que extrañaba a mamá. Sentía que solo lograría causarle tristeza con todos mis sueños.
Después de pensar tanto me volví a quedar dormida. _____________________________________________
Prov Severus Snape
Con el amanecer acercándose, decidí levantarme más temprano de lo habitual. Es un día muy especial para mi hija y para Harry. Sin embargo, intentaré enviar algo con Hagrid cuando vaya a recogerlo a la casa de los Dursley. No creo que sea fácil hacer que Harry lea sus cartas con esos monstruos que tiene como familia, así que enviaré a alguien por él.
Me puse manos a la obra adornando todo con su color favorito, el verde oscuro. No perdí tiempo y arreglé la mesa con sus postres preferidos.
Pasaron horas y al finalizar, fui a buscar a Cristine. Al abrir la puerta, allí estaba ella, dormida. Se veía tan adorable durmiendo.
Yo: -Cristine...- dije suavemente para no asustarla. -Despierta- insistí.
Cristine abrió los ojos suavemente, me miró fijamente con una expresión confundida, los ojos entrecerrados, y finalmente sonrió.
