Haré todo por ti

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Prov Severus Snape

Estaba listo para volver a casa para estar con mi pequeña Cristine. "Debo explicarle absolutamente todo", pensé algo nervioso, ya que no sé por dónde empezar.

Dumbledore: -Que bueno que te encuentro, Severus- dijo serio.

Yo: -No sabía que me estaba buscando, señor, ya mismo me iré a reunir con mi hija... pero... ¿Qué sucede?- pregunté confundido.

Dumbledore: -Me temo que no podrás ir a la reunión con Cristine... tengo que preguntarte por la pequeña...- insistió.

Yo: -Claro que iré con ella, pero antes dígame lo que necesita saber...- dije algo nervioso.

Dumbledore: -Bien... si después de tener esta conversación, decides ir con ella, lo respeto, pero no me haré responsable de lo que puede pasar cuando ella crezca... ahora... responde con total sinceridad... ¿Cristine es hermana de Harry?- preguntó finalmente.

"¿Cómo lo pudo saber?", pensé aún más nervioso.

Dumbledore: -Creo que no hace falta que respondas... ya tengo la respuesta... a decir verdad... lo supe desde el suceso con el Troll, pero quise ignorarlo hasta que la piedra filosofal fue entregada a ambos a la mitad... además, a los dos les afecta la presencia de Voldemort... pero por alguna razón, Voldemort afecta más a Cristine que a Harry, así que escucha, Severus... para mantener a salvo a Cristine, deberás proteger su mente, de la misma manera que proteges a Harry de Voldemort... si te reúnes con ella y le explicas todo, en el futuro habrán consecuencias... lo más sensato es que te quedes en Hogwarts o te mudes a otra ciudad o país.- dijo mientras recorría la habitación con las manos en la espalda.-

Yo: -Pero no puedo abandonarla, es solo una niña- comencé a sentir un gran nudo en la garganta.

Dumbledore: -Es lo único que puedes hacer ahora... a menos que le cuentes la verdad y se vaya con Harry a la casa de sus tíos- continuó- bien... me tengo que ir, Severus, piénsalo.... por cierto... descubrí que la familia Potter dejó dos bóvedas en el banco de Gringotts... me preguntaba de quién era la otra, por un momento creí que las dos eran de Harry... ahora todo tiene sentido... es la bóveda 688, Severus... créeme que Cristine estará más segura sola, que contigo... además Voldemort parece que perdió la memoria de lo que vió en aquella cuna, pero cuando lo recuerde no va a dudar en buscar a ese bebé y lo más extraño para todos es tu caso...- dijo mientras cerraba la puerta.

"Si hubiera sabido que todo esto pasaría, la hubiera llevado a Beauxbatons sin dudarlo y hubiera omitido decirle la existencia de Hogwarts... ¿ahora qué haré? Es solo una niña pequeña, se lo prometí", pensé angustiado.

Comencé a escribir una carta con lágrimas en los ojos. No quiero dejarla sola, pero Dumbledore tiene razón, todos han estado preguntando sobre la madre de Cristine, pero nadie sabe nada, excepto Cristine. Así que llegará el momento en el que Voldemort me enfrentará para saber sobre el pasado de Cristine, tengo que alejarme de ella y hacer que se mude de casa para que nadie la encuentre.

Después me dirigí a la casa y para mi suerte aún no llegaba Cristine. "Tal vez me debe estar esperando en la estación de King's Cross, así que enviaré una carta con mi lechuza y dejaré la otra carta aquí.

No podía irme sin ver a mi pequeña, así que usé un hechizo para que ella no pudiera verme. Finalmente, llegó después de unos cuantos minutos, lloraba y yo solo quiero abrazarla, pero no puedo. Cuando se quedó dormida, me acerqué para darle un beso en la frente y despedirme.

-Adiós Cristine, mi pequeña, te amo y haré todo por ti, estarás bien... lo primeto- dije en un susurro mientras le daba un último beso en la frente.

Bajo el manto de las sombras 🩶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora