Quédate conmigo

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Prov Fred Weasley

Yo: -Bien, iremos a retirar a Cristine al callejon Diagon, pero debemos ir en auto, ya que por la hora que es ya no podremos usar los polvos Flu.

George: - Admítelo, Fred, quieres que Cristine vea como conduces el auto de papá- comenzó a reír.

Yo: -¿De qué hablas? Cristine es solo una niña- dije enojado.

Ron: -Bien... dejen de pelear y vamos de una vez... solo espero que mamá no se de cuenta de que fuimos en el auto.- dijo nervioso.

George: -¿Tú también irás, Ron?- preguntó algo irritado.

Ron: -Claro, Cristine es más mi amiga que la suya, así que yo también voy... igual iré la otra semana con ustedes para ir por Harry, así que acostúmbrate, George- dijo victorioso.

Yo: -Bien... ¿y ahora quién distrae a mamá cuando se de cuenta?-pregunté mientras me cruzaba de brazos.

Ron: -Puede hacerlo Ginny, estoy segura que nos ayudará... además siempre pregunta por Cristine.- dijo feliz.

Yo: -Bien, George ve a hablar con Ginny, pero rápido que se hará tarde, no es seguro que alguien como Cristine esté sola y menos por el callejón Diagon- insistí.

George: -Está bien, está bien, ya vuelvo- dijo divertido mientras me analizaba.

Alisté el auto junto con Ron, estaba todo listo, solo faltaba George y por supuesto, la ayuda de Ginny en todo esto. "Creo que hay algo de verdad en lo que dijo George... pero no quiero que me vea conducir... solo quiero ser yo quién la retire y la traiga a casa...", pensaba mientras miraba el auto.

George: -Despierta, Fred, es hora de irnos- dijo feliz mientras se subía al auto.

Ron: -Oye, George, ese es el asiento de Cristine- dijo algo molesto.

George: -Tranquilo Ron, me iré al asiento de atrás contigo, cuando lleguemos allá, no le quitaría el asiento que Fred eligió para ella- dijo riéndose mientras se acomodaba en el asiento.

Solo ignoré lo que Goerge decía, no podía negar lo, pero tampoco quería admitir nada. En el camino, George no dejó de hablar y molestar, a veces es algo irritante, pero es extraño, ya que tenemos la misma personalidad. "Supongo que ahora estoy serio, solo por el hecho de que pronto veré a Cristine, ya veo lo molesto que somos normalmente", pensé divertido.

George: -¡Yo quiero conducir, Fred, no es justo que solo lo tengas tú!- comenzó de nuevo.

Ron: -Deja que maneje Fred, además para quien de verdad es injusto es para mí- dijo mientras miraba por la ventana.

Yo: -¿Por qué es injusto para ti?- pregunté confundido.

Ron: -Porque soy pequeño y dicen que no puedo aprender aún... odio ser pequeño- dijo enojado.

George: -Muy triste tu historia, Ron, pero... ¡dame el volante, Fred!- dijo mientras sostenía el volante.

Yo: -¿¡Qué haces, George?! ¡Suelta el volante, nos vamos a chocar si no lo haces! ¡No veo bien el camino y tu empiezas con esto!- dije intentando quitar sus manos del volante.

Ron: ¡Basta! ¿¡Están locos!? ¡CUIDADOOO!- gritó aterrorizado.

No pude frenar hasta que se escuchó como si hubiéramos chocado contra una piedra. Me bajé rápidamente del auto y jamás pensé ver tal escena. Se me rompió el corazón al ver a Cristine tirada en el suelo. Su cabeza sangraba.

-¡Qué carajos, George!- comencé a gritar mientras lo empujaba.

Ron: -!BASTA! ¡No es momento de que peleen ustedes dos! Ayúdenme, debemos llevar a Cristine a la casa... ¡Rápido!- ordenó y rápidamente lo ayudamos para ascostarla en el asiento de atrás.

Ahora George llevaba el auto y Ron iba de copiloto. Por otro lado, yo no estaba en condiciones de conducir el auto, yo me encargué de limpiar la herida de Cristine y de tomarle la mano. "Te podrás bien... solo aguanta Cristine", pensaba con lágrimas en los ojos mientras le di un beso a su mano.

Pasaron unos cuantos minutos y por fin estábamos en casa, el problema es cómo se lo diremos a mamá.

Yo: -Llevaré a Cristine a mi cuarto, ustedes piensen en algo para que mamá nos ayude, ella sabe hechizos de curación y sin su ayuda podemos convertirnos en sus asesinos- ordené mientras cargaba a Cristine en mis brazos.

George y Ron fueron corriendo hacia la habitación de Ginny para informarle la situación. Después de varios minutos volvieron, pero si mamá solo estaba George, Ron y Ginny.

Ginny: -Bien, he estado estudiando algunos hechizos y sé lo que debo hacer, así que les pido que se retiren, mientras la arropo y la curo.-ordenó firmemente.

Salimos de la habitación y pata nuestra suerte, mamá aún no ha llegado con nuestro padre, así que tenemos más tiempo para arreglar todo lo que hicimos. Me senté afuera de mi habitación, fue mi culpa por no haber frenado cuando George comenzó a agarrar el volante. "Idiota, eres un idiota", me repetía a mismo.

George: -Lo.... lo siento, Fred, discúlpame... no pensé que todo esto pasaría... por una estupidez mía- dijo triste.

Yo: -Fue mi culpa, George, debí frenar y no seguir avanzando- dije con un nudo en la garganta.

George: -Perdóname, Fred... discúlpame- insistió.

Yo: -George, no te disculpes conmigo... quién merece eso, es Cristine... por nuestra culpa ella está así.- dije mientras abrazaba a George.

Ginny: -¡Ustedes dos, par de tontos! Ya pueden ver a Cristine, pero no la abrumen, tienen suerte de que ella sea fuerte, porque en otro caso ella no hubiera sobrevivido. De verdad no sé qué tienen en la cabeza.- dijo enojada mientras bajaba las escaleras.

Entramos rápidamente a la habitación y ahí estaba Cristine, aún estaba dormida, pero la sangre, la herida y el moretón en el brazo, habían desaparecido. "Gracias por no rendirte Cristine", pensé agradecido.

George: -Bien... los dejaré solos, pero si despierta me llamas enseguida... debo disculparme con ella...- dijo apenado.

Yo: -Bien, te llamaré cuando despierte- dije mientras acomodaba el cabello de Cristine.

-Despierta Cristine, quédate conmigo... no estas en la oscuridad, pero sé que estás lejos de la luz- susurraba mientras agarraba su mano. -Quédate conmigo... ¿puedes escucharme?- insistía delicadamente.

Pasaron varios minutos y Cristine se veía tan tranquila durmiendo, es como si no hubiera pasado nada, como si solo estuviera tomando un descanso

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Pasaron varios minutos y Cristine se veía tan tranquila durmiendo, es como si no hubiera pasado nada, como si solo estuviera tomando un descanso. "Es tan linda", pensé mientras la miraba fijamente. Supongo que Cristine no despertará hoy, así que vendré mañana a ver cómo está. Ahora solo necesito descansar, me duele la cabeza y el pecho, me asusté mucho, ya que pensé que era algo más grave o tal vez sí lo fue, pero como Cristine es fuerte, pudo soportarlo. Decidí salir de la habitación, pero antes de cerrar la puerta...

-¿Fred?-

Bajo el manto de las sombras 🩶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora