Prov Cristine Snape
X: -Cristine, no confíes en nadie, no todos son tus amigos- murmuraba entre la niebla. Aunque insistía, era difícil entender sus palabras entre sus murmullos. -Har... Ayuda a Harr... la piedra del hechicero", mencionaba en un tono urgente.
"¿La piedra del hechicero, por qué insisten con ese tema?", me pregunté algo estresada.
Fnalmente desperté y encontré a mis compañeras aún dormidas. Aproveché para alistarme y dirigirme a desayunar antes de las clases. En el camino, me encontré con Hermione, quien como siempre, madrugaba para leer mientras comía. Decidí sentarme a su lado, notando su sobresalto.
Yo: -Hola Hermione, ¿qué estás leyendo ahora? -pregunté mientras me acomodaba junto a ella.
Hermione: -¡Qué susto, Cristine! La próxima vez avisa antes de acercarte así -dijo mientras se tocaba el pecho. -Estoy investigando sobre la piedra filosofal. Creo que he estado buscando en el lugar equivocado, por eso Harry y Ron no han encontrado nada a pesar de las vacaciones -mientras señalaba cada palabra en el libro con su dedo.
Yo: -¿Y qué has descubierto? -pregunté, examinando las páginas adornadas con dibujos peculiares mientras pasaba mi dedo sobre ellos. De repente, Hermione cerró bruscamente el libro, apretando mi dedo.
Hermione: -¡Mira la hora! ¡Llegaremos tarde! -guardó rápidamente el libro y empezamos a correr.
Durante las clases, todo transcurrió con normalidad, aunque noté las miradas de mis "amigos" de Slytherin, algo a lo que ya estoy acostumbrada. Al finalizar las clases, no encontré ni a Harry, ni a Ron, ni a Hermione por ningún lado, así que decidí visitar a Hagrid. Quizás podamos hornear un pastel o hacer algunas galletas.
Mientras me dirigía a la casa de Hagrid, escuchaba pasos detrás de mí. Al principio, no me alarmé demasiado, considerando la cantidad de alumnos en Hogwarts. Sin embargo, después de 15 minutos, la persistencia de los pasos se volvió inquietante.
Yo: -Bien...¿Qué quieren? -pregunté, cruzándome de brazos.
Draco: -De una rara como tú, nada -respondió Draco con una risa maliciosa, acompañado por Crabbe y Goyle.
Yo: -¿Nada? ¿Están seguros? Entonces, ¿me han estado siguiendo durante 15 minutos por nada? -los desafié. -¿Así que ahora soy una rara, Draco? Quizás debí haberte dejado sangrando aquel día, ¿acaso lo olvidaste? -reí sarcásticamente-. Parece que Pansy finalmente te convenció para ponerte en mi contra. Te felicito, eres tan manipulable -lo miré fijamente.
Draco: -No soy manipulable, no seas ridícula. Nosotros molestamos a los raros como tú, gente que no debería estar aquí. Incluso se lo diré a mi padre para que haga todo lo posible por sacarte de esta casa, o mejor aún, de esta escuela -declaró con determinación.
Yo: -Sabes qué, quizás tengas razón en algo. No debería estar aquí hablando contigo. Pero, por otro lado, no lograrás que me saquen de Hogwarts, mucho menos que me cambien de casa. Mi padre es el jefe de Slytherin, pero me encantaría ver cómo intentas hacerlo -empecé a reír y decidí seguir mi camino.
A unos cinco pasos de distancia, escuché a Crabbe y Goyle susurrando entre ellos. "¿Desangrar? ¿De qué habla la rara?" decía Crabbe, mientras Goyle agregaba preocupado: "Tiene razón, Draco. ¿Cómo planeas hacer que la cambien?" Draco los interrumpió bruscamente: "Cierren la boca los dos".
Cuando finalmente llegué a la casa de Hagrid y toqué la puerta, pasaron tres minutos antes de que abriera.
Hagrid: -Hola, Cristine. ¿Ha pasado algo? -preguntó sorprendido.
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Bajo el manto de las sombras 🩶
FanfictionEn un rincón olvidado del mundo mágico, en las sombras de la historia, se oculta un misterio que podría cambiar el destino de una joven hechicera. Cristine Snape, hija de Severus Snape, desconoce por completo su verdadero linaje y el legado que lle...