En un rincón olvidado del mundo mágico, en las sombras de la historia, se oculta un misterio que podría cambiar el destino de una joven hechicera. Cristine Snape, hija de Severus Snape, desconoce por completo su verdadero linaje y el legado que lle...
"X: -Felicidades por unirte al equipo de Quidditch... Estoy seguro de que serás una excelente buscadora, al igual que tu pa..." susurró con calidez, pero su voz se desvaneció como un susurro al final, y me desperté. "¿Por qué siempre sueño cosas que me confunden tanto? ¿Quién es él? ¿Quién es ella? ¿Igual que quién?" Pensé, sintiéndome estresada.
Me levanté más temprano de lo habitual para mi primer entrenamiento, aunque en realidad hoy solo sería el día en que Flint me explicará las reglas del juego o algo por el estilo.
Decidí desayunar y noté a Harry también allí, pero sin Ron y Hermione. Supuse que él también recibiría las mismas instrucciones que yo, así que me acerqué a su mesa para ir juntos.
Yo: -Hola, Harry- me senté a su lado, y dio un pequeño salto -Lo siento, no quise asustarte.
Harry: -Hola, Cristine- me miró sorprendido -Oh, no te preocupes, estaba pensando en el primer día de entrenamiento y estoy nervioso, por eso no noté que te acercabas- sonrió.
Yo: -Mi padre suele decirme que tengo el corazón de un pollito, pero veo que no soy la única que se asusta fácilmente- reí un poco, y Harry se unió a la risa.
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Harry: -¿Cómo es tu padre contigo, Cristine? Ayer, pensé que había olvidado mi tintero en la clase de pociones y volví, pero escuché a tu padre diciéndote que no lo vuelvas a abrazar- dijo apenado, y mi sonrisa desapareció. -Lo siento, no quería... olvídalo- se disculpó más avergonzado por haberme hecho sentir mal.
Yo: -No te preocupes, Harry. Puede sonar sorprendente, pero toda mi vida hasta que entré a Hogwarts, mi padre fue muy diferente. Siempre sonreía, siempre me abrazaba, hacíamos todo juntos. Pero no sé qué cambió... creo que debí irme a Beauxbatons, él me dijo que ya no podía estar conmigo cuando entrara a Hogwarts. No sé la razón, pero supongo que quiere lo mejor para mí, ¿no? - dije mirando la mesa con tristeza.
Harry: -Tu padre me da miedo, la verdad- rió un poco para aliviar la situación, y comencé a reír con él.
Yo: -Tienes razón, Harry. Si no fuera mi padre y viendo la reacción que tuvo ayer, también me daría miedo- dije riendo junto a él.
Harry: -Lamento mucho que tengas que pasar por eso, pero ¿crees que estarías mejor en Beauxbatons? Digo.. eres la única de Slytherin que agrada a Gryffindor, Cristine, eres diferente. Pero si te afecta mucho, supongo que aún estás a tiempo- dijo un poco triste.
Yo: -No, Harry, estaré en Hogwarts. Me duele mucho la actitud de mi padre, pero solo se comportará así durante las clases. Sin importar lo que pase, seguiré aquí- dije mientras le pasaba un pan para que empezara a comer.
