Bajo el manto de las sombras 🩶

Los monstruos

Esta semana en casa de los Weasley, resultó siendo de las mejores cosas que me pudo pasar, siempre comparten conmigo absolutamente todo, he comprado algunas cosas para la señora Molly, ella es tan amable conmigo y no me perdonaría si no le doy algo. Por otro lado, conocí a su esposo, la verdad es tan gentil, pero no suele pasar mucho en casa, por lo tanto no he hablado mucho con él.

Desde que estoy con ellos no he soñado mucho con aquella voz, pero cuando la escucho, dice cosas sin sentido, no logro entender, la verdad ya no me sorprende nada, supongo que solo debo ignorar todo lo que intenta decir. "De todos modos... solo es un sueño", pensé mientras miraba por la ventana.

Fred: -Hola Cristine... perdón por no tocar antes de entrar, pero debo decirte algo...- interrumpió mis pensamientos y claro me asustó. -Lo siento... no quería asust.. -

Yo: -No te preocupes, Fred, claro... dime- interrumpí sonrojada.

La sola presencia de Fred hace que me ponga nerviosa, así que espero que yo lo esté disimulando... al menos un poco.

Fred: -Es queee... yooo... quería saber si... estás lista para ir por Harry- dijo mirando a todos lados.

Yo: -S... sí, claro- dije con una sonrisa falsa.

Fred: -No.... no quería preguntar eso... es que... yo... tú... me...-

George: -Hasta que te encuentro, Fred, te estaba buscando por toda la casa, debemos irnos o mamá se dará cuenta.- dijo mientras entraba y se sentaba en la cama.

Ambos volteamos hacía la dirección de George, aunque creo que en ese pequeño segundo odié a George. No dejó que Fred termine de hablar y creo que era algo importante por la forma en la que vino a la habitación.

Yo: -Tienes razón, George, vamos, pero... ¿qué querías decirme?- volví a preguntar.

Fred: -Solo era eso, bien... no era nada importante... vamos- dijo mientras me daba una última mirada y llevaba a George con él.

De seguro es algo importante, de otro modo no hubiera venido hasta aquí solo a preguntarme algo muy obvio. George me cae bien, pero a veces siento que no deja solo a Fred ni por un segundo. En fin, después de unos cuantos minutos decidí bajar, ya era hora de ir por Harry, tal vez sus tíos ya no le envíen a Hogwarts y no lo permitiré, no permitiré que Harry falte a clases o que lo expulsen por la culpa de esos tipos, pero en fin, hoy veré a Harry y eso me hace feliz, por fin sabremos lo que le ha pasado durante todo este tiempo.

Ron: -Bien, nosotros iremos en los asientos de atrás... George no hagas nada para desconcentrar a Fred- ordenó

George: -No se preocupen, no haré nada esta vez.- dijo alzando las manos.

Yo: -Bien, ya es hora. Llevo un abrigo para Harry, de seguro saldrá en pijama- dije sonriendo.

Ron: -Es verdad, Harry debe estar durmiendo, le daremos una gran sorpresa, solo debemos ser cuidadosos e ir en silencio.- dijo mientras miraba por la ventana.

Fred aceleró y el auto comenzó a elevarse por los cielos. Después de unos cuántos minutos llegamos a "Privet Drive" o eso decía un letrero.

Fred: -Bien... es aquí- dijo mientras analizaba la ventana.

Yo: - ¿Abarrotes? ¿Por qué hay abarrotes en su ventana? Parecen nuevos...- dije mientras abría la ventana del auto.

Ron: -Es tal como lo imaginábamos... ¡lo tienen encarcelado!- gritó.

Yo: -¡Cállate, Ron, despertarás a los monstruos!- dije mientras le daba con codazo.

George: -Bien, Fred, debes poner al auto cerca de la ventana de Harry para romper esos abarrotes.- dijo intentando disimular sus nervios de ser descubierto.

Fred: -Buena idea, pero primero avisemos a Harry para que esté alerta y listo, antes de que se despierten sus tíos- comenzó a acelerar para hacer un ruido que solo pueda escuchar Harry.

Pasaron unos segundos y Harry levantó la cortina de su ventana. "¡Ahí estás, Harry, me alegra verte!, pensaba mientras lo saludaba feliz desde la ventana del auto.

Yo: -¡Rápido Harry, trae tus cosas!- dije casi en un susurro.

Mientras Fred acomodaba el auto para que podamos romper los abarrotes y pueda subir su equipaje; Harry recogía sus cosas rápidamente. "¡Diablos!", cuando cayeron los abarrotes. Ese sonido debió despertar a todos, así que Harry debe correr.

Yo: - Ven Harry, dame tu maleta, Ron agarra a la lechuza.- ordené nerviosa.

Luego de acomodar sus maletas, tomé a Harry de la mano para ayudarlo a subir, Ron me agarro de la camiseta por si me resbalaba. Cuando creí que todo estaba bien, observé cómo su tío salía por la ventana y agarró a Harry por los pies.

Yo: -¡Suéltelo! ¡Deje en paz a Harry!- comencé a gritar.

Vernon: -¡No, suéltalo tú! ¡No irá con ustedes a esa estúpida escuela!- decía mientras su esposa observaba aterrada.

Sentí tanta rabia que perdí el control de mi cuerpo, era como si estuviera dormida, mientras mi cuerpo reaccionaba ante tal ira. Por unos segundos, me sentí desorientada, lo único que sentía era las manos de Harry, pero bastó con una mirada para que su tío caiga.

Fred: -Cristine, ya se soltó, ya cayó, ayuda a Harry a subir lleva 2 minutos colgando del auto- dijo mientras me miraba confundido por el retrovisor.

Comencé a sentirme yo de nuevo. "Es verdad estoy en el auto... ¡Harry!", pensé mientras lo subía rápidamente junto con la ayuda de Ron.

Harry: -Gracias chicos, me alegra volver a verlos... creí que ya no los volvería a ver nunca más.- dijo mirando a todos en el auto

Ron: -Nos alegra verte de nuevo, Harry, desde que vi los abarrotes, supe que no estabas bien- dijo algo triste.

Harry: -No se preocupen... ahora ya estoy con ustedes y muchas gracias- insistió- por cierto.... ¿Estás bien?- me preguntó mientras me dió una palmadita en mi hombro.

Yo: -Claro, estoy bien y también me alegra verte... feliz cumpleaños Harry- dije sonriendo y lo abracé fuertemente.

Harry: -Feliz cumpleaños para ti también- dijo feliz.

Pasaron unos cuántos minutos y me dormí en el camino. Es muy tarde y después de haber tenido tal impresión me resulta agotador. "Me pregunto: ¿qué pasó?", pensé mientras subía las escaleras. Harry durmió en la habitación de Ron y bueno Ron supongo que en la sala.

"¡Mañana será un gran día, volveremos a Hogwarts!", continué hasta quedarme profundamente dormida.