"Nos vemos a la noche, guido de airbag"
Son casi las dos de la madrugada de esa noche cuando Guido relee el WhatsApp recibido a las cinco de la tarde. Lo está leyendo desde que llegó al bar, ya perdiendo la cuenta de las veces que abrió ese chat buscando una respuesta. Está un poco preocupado y le está costando caretearla.
En el escenario y con apoyo de mucha gente que fue a darle el aguante, Benja termina de hacer su último tema y para ese entonces Cielo tampoco apareció, ni su hermano.
-Pato, ¿otro whisky? -pregunta Hana desde atrás de la barra. El del medio de los Sardelli asiente sonriente. -¿Guido?
-Eu, boludo -le dice Pato dándole un codazo. El rubio sale de su trance y despega la mirada del celu, bloqueándolo y mirando a Hana.
-¿Eh...? No, gracias, estoy bien por ahora -responde con una sonrisa señalando el vaso medio lleno de birra. Hana asiente y sigue atendiendo gente, ya que por la ausencia de Leo tuvo que tomar su lugar y reemplazarlo para ayudar al resto de los bartenders.
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien? -pregunta Patricio mirando a su hermano.
-Ya te dije que sí, loco, déjame de hinchar -responde el rubio de mala manera, pero al toque se retracta. Pato no tiene nada que ver con su mal humor. -No estoy de buen humor, me voy a ir a casa.
-Está bien, boludo, si necesitas algo marcame.
Guido asiente y se para yendo a saludar a Paula, Hana y Benja, que están charlando cerca de la barra mientras toman algunos tragos ahora que el ambiente se había relajado.
-Gente, vengo a saludarlos que ya me voy -dice Guido sonriendo.
-¿No te querés tomar otra birra? -pregunta Paula con una en la mano.
-No, estoy bien, pero mil gracias por haberme invitado. Benja sos un monstruo, la rompiste.
Benja sonríe y lo saluda con un abrazo, mientras que las chicas con un beso en la mejilla. Todos notan lo raro que está Guido y todos saben la razón, sin embargo nadie dice nada. Es Benja el que, empático, decide acompañarlo a Guido hasta la calle con la excusa de que va a fumar un pucho.
-Che, Guido... no le pases cabida a lo de Cielo y Leo, siempre pasa -dice captando su atención, pero Benja está tranquilo con el cigarrillo ya en la boca. -No es personal, ni nada de eso.
-Tranqui, no hay drama, pasa que me quede preocupado porque Cielo dijo que venía.
-Ellos son así, desaparecen de la nada y después vuelven. Conozco a Leo hace unos cuatro... no, cinco años, y siempre fue así la cosa. Antes me re calentaba porque nos dejaba plantados pero mirá, son buenos pibes los dos y tienen sus mambos. La novia de Leo también lo sabe, siguen teniendo quilombo por esto pero bue, tema de ellos...
-Entiendo -dice Guido asintiendo e intenta restarle importancia, pero ya se está sintiendo con esa sensación rara por segunda vez, siendo la primera en el luna cuando Cielo no fue. No le gusta nada. -Bueno, nos vemos, loco, decile a Pato que largue el whisky.
Benja se ríe y asiente, soltando el humo del pucho. Había formado una amistad con Guido bastante buena, los dos tienen gustos en común y maneras de pensar similares.
Un poco más de una semana después de no dar señales, Cielo "reaparece" en la vida de Guido con un WhatsApp en el cual le manda un link de spotify con una canción de Airbag, diez días después. Guido lo lee mienttas está en el luna haciendo una prueba de sonido, y piensa que es irónico que ella nombre esa canción después de haber desaparecido casi diez días. Últimamente viene teniendo un humor poco agradable...
"Llevo escuchando este tema hace horas" le manda Cielo. No dice hola, no pide perdón por desaparecer, no habla de esa noche.
"Es bueno..." responde Guido, y en respuesta recibe un sticker de corazón.
No tiene nada más que decirle. Piensa en preguntarle cómo está pero no quiere ser pesado y prefiere que ella lo cuente si es que quiere. Pero claro, como lo esperaba, no lo cuenta. Guido ya no sabe si el misterio de Cielo lo tienen podrido o si son esas ganas de verla y no poder. Se estaba comiendo la cabeza. Esa noche, cuando toca con sus hermanos en el luna park lo da todo, como en cada show, y al momento de cantar "ganas de verte" piensa inevitablemente en ella. Cielo.
—Hoy tengo ganas de verte, de saber cómo estás...
...
—¡Qué pedazo de recital, locos! —exclama Benja cuando ve a los hermanos en el after del show que por esta ocasión hacen en su bar, obviamente cerrado al público como un evento privado. A cambio, los Sardelli lo habían invitado al luna al igual que a Hana y Paula.
—Tremendo, la energía de la gente hoy fue distinta —dice Pato, eufórico todavía.
—Vos sos un capo con el bajo —le dice Paula a Gastón, a quien conocieron esa misma noche.
Mientras ellos charlan del show y distintas cosas, Guido está alejado de los grupos de gente, en una zona poco iluminada del salón comiéndose la boca con una de las modelitos que solían ir a sus afters. A ella no la había visto nunca así que en cuanto se le acercó no perdió oportunidad y ella no se negó.
—Sos muy lindo —le dice a Guido mientras él le deja besos en el cuello.
—Vos sos linda.
Una voz un poco alta a sus espaldas lo hacen prestar un poco más de atención a su alrededor. Ese timbre de voz lo conoce.
—Basta, Leonardo, no me hables más en tu puta vida. Vos y papá son unos garcas –grita la voz femenina. Es Cielo. Guido toma distancia de la rubia que tiene en frente y se gira.
—¿Qué pasa, Gui? —pregunta ella tomándolo de las mejillas suavemente para que lo mirara, pero él vuelve a girar la cara.
—No me llames más, me chupa un huevo —grita Cielo hablando por celular con su hermano. La ve entrar y perderse en los baños.
—¿Gui, seguís acá?
—Sí, sí, perdón —dice él sonriendo y volviendo a mirarla. —Colgué.
—No es nada. ¿Tomamos algo?
—Dale, dale.
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tarde .guido sardelli.
Фанфикte acordaste tarde en llamar, tarde en estar, ya no importa más.