19.

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Con el día algo fresco me preparo para otro día de trabajo, trato de ponerle onda a pesar de que es sábado y ya extraño a Guido, que esta en Mar del Plata donde tocan este finde. Benja me dio laburo en el bar hace poco y ayudo haciendo varias cosas; relativamente todo va bien pero, extrañamente, mi ánimo se nubla debido a la ausencia de Guido.

—¿Y esa cara de funeral, amiga? —me pregunta Pau cuando me ve llegar.

—Son las ocho de la mañana, no pidas mucho.

—Pasa que el novio se va de gira y ya lo extraña —se mete Benja, apareciendo de atrás de la barra con cajas de café en las manos y dándonos un susto.

—No es mi novio. ¿Y qué haces escuchando charlas ajenas? —pregunto haciendole montonsito.

—¿Es eso? —me pregunta Pau. —¡Ay, estás hasta las manos, boluda!

Miro con mala cara a ambos pero peor a Benja, y abro la boca para decirle algo cuando él me gana.

—Ojo con lo que vas a decir, pendeja, acordate que soy tu jefe —me advierte en joda, señalandome con el dedo índice.

—Eso es abuso de poder —respondo, sacándole la lengua.

—Tiene razón —me apoya Pau. Benja nos hace burla hasta que le llega un mensaje.

—Che, Cielo, ahí llegó un pedido que hice, ¿podes ir a recibirlo mientras guardo esto?

—Sí, jefe —digo y el se ríe, negando con la cabeza.

Después de recibir las cajas del pedido las llevo hacia la cocina y por el empaque sé que son las servilletas y volantes con el logo del bar que diseñé con Benja usando mis conocimientos precarios de editores de imágenes. Quedó bastante bien, la verdad.

—Benja, ¿dónde querés que las guarde? —pregunto en voz alta para que me alcance a escuchar desde el salón, mientras voy abriendo una de las cajas.

Saco un paquete de servilletas de adentro, el cual dejo en la mesada, y cuando voy a sacar otro veo un cartelito llamativo adentro en una hoja A4 blanca con letras negras impresas. Confundida, lo agarro.

"Para: Cielo.
VALE POR UN VIAJE A MDQ CON PAU Y BENJA."

Hay 3 hojas más abrochadas a esa con un ganchito y las miro. Son qr, tres entradas en campo para el concierto de Airbag.

Qué.
Siento cosquillas en el pecho, no entiendo nada, pero sonrío sorprendida y conmovida. Las hojas no dicen más nada, aunque por las dudas miro un par de veces el reverso mientras salgo de la cocina hacia el salón donde Benja y Pau están riéndose mientras limpian la máquina de café.

—Chicos, ¿es joda esto? —les pregunto mostrándoles las hojas y captando su atención. Mi sonrisa no se borra.

—¿Nos crees capaces de joderte así? —pregunta Pau y me quedo en silencio.

—Tu silencio dice mucho, pendejita —me reclama Benja y me tira el trapo que tiene en la mano, el cual esquivo.

—No, perdón, es que no caigo, ¿es en serio? ¿Para mí?

—Es para vos, es nuestro regalo adelantado de cumple —dice él con una sonrisa que su novia acompaña.

Mi cumpleaños. No es una fecha que espere cada año con demasiada emoción, si no fuese por Leo que siempre planea algo, a mí se me puede pasar por alto y este año, como Leo no está conmigo, no planeaba hacer absolutamente nada.

—Pero pará, ¿y el laburo? —pregunto.

—Olvidate —me asegura Benja. Se me ablanda el corazón de felicidad. —Después harás horas extras y te voy a tener de esclava —se burla. —Tenés que disfrutar vos alguna vez, loquita. Tomalo como mi regalo.

—Y el mío —dice Pau. —Sos mi geminiana favorita, lo mereces.

—Es mucho, chicos —digo sin caer todavía.

—Dale, no seas boluda —insiste Benja. —Cuando vuelvas solo vas a tener que ser mi esclava, nada más...

Me cuesta bastante aceptar que esto es un regalo y que no tengo más opción que aceptarlo porque ellos y el destino lo quieren. Benja y Pau tienen un departamento en mar del plata así que el hospedaje no es necesario. El viaje me da ansiedad e intento contenerme para no decirle nada a Guido y sorprenderlo ya allá, pero en cuanto me subo al auto de los chicos con mis cosas listas, empiezo a escribirle un WhatsApp.

"A que no sabes..." le envío a Guido mientras me muerdo el labio.

"Uh, Cielo suspenso jaja" responde enseguida. Hablamos tanto por WhatsApp que tenemos una especie de chistes y lenguajes internos. Nuestros.

"No esperaba que me respondas tan rápido, estabas pensando en mí no?" Le mando. Segundos después se ve que está escribiendo.

"Todo el día"

Su mensaje me pone a sonreír como boluda y lo releo unas cuántas veces.

"Eso es un montón... aunque estamos iguales"

"Me muero de ganas de saber qué pensas de mí pero ya te voy a agarrar y me vas a decir. Ahora no nos desviemos del tema y contame qué cosa no sé" me responde, refiriéndose a mi primer mensaje.

Al final decido que quiero mantenerlo en secreto y que sea una sorpresa así que después de varios mensajes fingiendo demencia le termino prometiendo que esa noche se lo diría y él, resignado, acepta. Lo que no sabe es que esa noche yo lo voy a ver a él en vivo cantando con su banda.

"Te puedo pedir algo?" Le mando un ratito después.

"Depende..."

"Esta noche cantá mila, saturno y el río, quiero escucharla"

"Hecho. Los fans suelen grabar muchas cosas y seguro que lo vas a poder ver en las redes enseguida"

No tiene idea y eso me entusiasma. Me tengo que morder la lengua y controlar mi cuerpo para no escribirle o mandarle un audio diciéndole que estoy yendo a mar del plata a verlo esta noche.

tarde .guido sardelli.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora