05.

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El próximo luna ya está por terminar y Guido se siente un poco desanimado por no verla en platea, era raro en él que algo le afectara pero hubiese estado bueno que ella fuera. Primero pensó que llegaría tarde, después que tal vez había ido a comprar y volvería, pero la realidad es que Cielo nunca apareció. Cuando se terminó el show, Guido se sacó la remera transpirada para cambiarla por otra, y se abrió una birra que se sentó a tomar en el sillón del camarín.

—Che, ¿todo bien? —le pregunta Gastí  cuando lo ve medio ido. Guido sonríe un poco y asiente.

—¿Y Cielo? —pregunta Pato después de tomar whisky.

—Ni idea, creo que no vino —responde restandole importancia y toma un largo trago.

—¿Quién es Cielo? —pregunta Gastón aunque se imagina que es una conquista de su hermano.

—Una minita —responde Pato. Gastón bufa y los hermanos menores se ríen.

Ninguno pide detalles porque ya saben que cada uno tiene sus asuntos y, salvo excepciones, comentaban ese tipo de cosas.

—Che, me voy a casa hoy —dice Guido hacia Pato, bostezando, tenía paja y no estaba del mejor humor, aunque se esforzara por estarlo.

—Me imaginé, boludo, suficiente joda tuviste ayer.

—Tremenda —comenta Guido sonriendo con algunos flashbacks en su mente

—Ojalá este hiciera lo mismo y se vaya a casa directo —agrega Cuti señalando al hermano del medio y Guido se carcajea.

—Nah, yo soy un tipo de noche —le dice Pato poniéndose unos lentes de sol.

Guido se va todo el viaje en silencio y cuando llega a su casa se ducha y se acuesta pero sabe que no va a poder dormirse todavía. Entra a las redes, twittea y postea una story sobre el show, responde algunos mensajes con desgano y boludea. No tiene el número de Cielo, ya que él le agendó el suyo a ella en el celular, así que la única forma en que podian contactarse era si ella le escribía. ¿Pero acaso Guido espera su mensaje? Es cierto que ella le da curiosidad, es misteriosa y tiene ese tipo de personalidad que el rubio hace tiempo no encontraba, pero no la conocía más que de esa noche, aunque le hubiera gustado seguir viéndola. Fue bueno mientras duró.

El fin de semana se pasa volando y el resto de la semana Guido esta a full con proyectos de la banda, más ensayos para la secuencia de recitales que habían sacado. Pero ya es jueves a la noche y se da el descanso de estar en una joda con amigos y con una chica que se estuvo comiendo en varias ocasiones, y esa no es la excepción.

—Che, linda, ya vengo voy al baño —le dice a la colorada y ella asiente, sentada en un sillón con las piernas largas cruzadas, fumando un pucho.

Estaba casi seguro que se iban a ir de ahí juntos y él ya estaba cerca de querer irse, así que esperaba que ella igual.

Después de usar el baño, el rubio se lava las manos y en eso le vibra el celular por un mensaje que piensa que seguro es de Pato o alguna otra chica. Y tan errado no estaba. Era una chica. Era Cielo.

( cielo povs )

No sé con qué cara lo hago, pero cuando le mando el mensaje a Guido siento un poco de nervios. Tranquilamente puede ignorarme y un poco me lo merezco por no haber ido al recital del otro día y encima no haberle mandado un mísero mensaje.

"Hola, si es que sos el rubio de bíceps infernales, sino bloqueame" envío. No tiene foto de perfil, seguramente porque no me tiene agendada o quizás no es su número.

El que no arriesga... aunque cuando mando el mensaje caigo en que son las dos de la madrugada pero ya no pienso eliminarlo, así que ahí lo dejo, mientras bloqueo el celular y me tiro a la cama. Apenas apoyo la cabeza en la almohada mi celu vibra.

"Hola, te voy a bloquear si es que sos Cielo la mentirosa"

Se me forma una sonrisa gigante mientras leo y entro al chat, sorprendida de que esté respondiéndome tan rápido. Quizás soy un poco prejuiciosa pero un famoso como él no debe estar aburrido en su casa un sábado de fin de semana largo, eso es de gente ordinaria como yo.

"No sé quién es Cielo, yo me llamo Infierno" le respondo.

"Y mentirosa jajja"

"Que rencoroso estamos, ehhh..."

Seguimos hablando un poco contándonos nuestras situaciones actuales. Él me dice que está en una joda, cosa que no me sorprende, pero que ya se va a ir a casa porque se emboló. Yo le cuento que estoy acostada pero no me puedo dormir; había dormido una mega siesta hace horas y la única forma de dormirme era noqueándome.

"¿Vos tenés sueño?" Le pregunto, sentándome en la cama y mirando desde ahí hacia la ventana. Veo la copa de un árbol y el cielo nocturno despejado brilloso por la luna.

"Algo. Si me tiro la quedo"

El mensaje lo tomo más como un no, así que salgo de la cama sin dejar de mirar la pantalla mientras mis dedos se mueven solos por el teclado con una propuesta impulsiva.

"¿Y si nos vemos?"

"Dijiste que te estás por dormir..."

En lugar de responder por mensaje toco el botón de llamada, obviamente consciente de que esta bien si no quiere atenderme por mi mala costumbre de llamar sin avisar. Mucha gente odia eso, yo también odio que me lo hagan, pero no puedo evitar hacerlo cuando quiero una respuesta inmediata. Suena dos veces, tres.

—Hola, mentirosa.

—Ay mirá, pensé que no me ibas a atender —digo sonriendo más que nada por volver a escuchar su voz. Tiene una voz atractiva y masculina. De fondo puedo escuchar música pero no tan alta así que supongo que fue a hablar alejado de la multitud. —Debe estar re pum para arriba esa joda eh... —murmuro con ironía. Su carcajada se escucha al otro lado y no hace falta que lo vea porque mi mente lo recuerda perfectamente riéndose.

—Un embole.

—Eso es porque no estoy yo —respondo y me río. —Te cuento que ya estoy levantada y que si querés te espero en un bar del centro, te mando la ubi por WhatsApp. Es sin compromiso, eh, si no podes no hay drama —aclaro antes de que me responda. Aunque me gustaría que dijera que sí.

—Me interesa —dice y no se por qué sé que está sonriendo. —Dejame ver como me rajo de acá y te voy avisando.

—Si, tranqui, yo voy a estar ahí.

—¿Sola?

—No, con cinco tipos más —digo en joda y su silencio me hace cagar de risa. —Te estoy jodiendo, boludo.

—Bueno che, pensé que me querías meter a una orgía y ni a palos, hasta trío llegué —me dice previo a soltar una risa que acompaño.

—Apa, míralo al famosito.

—Hay cosas a las que uno no se puede negar...

Me lo imagino sonriendo y levantando los hombros con esa expresión de inocencia que cualquiera se creería.

—Concuerdo —digo asintiendo. —Pero en realidad en el bar trabaja mi hermano, es el mejor amigo del dueño y voy seguido. En fin, yo voy a ir saliendo, ¿me avisas cualquier cosa?

—Sí, hermosa, te voy avisando.

—Bueno, dale. Ya me voy, hermoso —recalco con una sonrisa—, nos vemos.

tarde .guido sardelli.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora