Capítulo 17

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Horacio no podía mentir, la propuesta que Cris le había hecho aquella noche en su apartamento distaba mucho de lo que estaba acostumbrado a hacer, sin embargo, mientras comían lo escuchó atentamente y después de pensarlo un par de días la idea no le disgustaba tanto. No era el hecho de posar en una revista queer, o tal vez si lo era, lo que le ponía tan nervioso, sino lo que allí estaría representando.

Aunque prefería que su orientación se tratara con relativa normalidad, como debería ser, sabía que era imposible en el mundo que vivía. Sus acciones tendrían consecuencias. Quizás posar en ese tipo de revistas reavivaría una vez más el fuego de los haters, o podría suceder que su reciente contrato fuera revocado, no obstante, si existía la mínima posibilidad de hacer algo por aquellos que estaban en la misma situación que él estuvo, lo haría. Collins se lo había dicho, y aunque no quería ser llamado ejemplo, porque varias falencias lo acompañaban, si estaba en una posición donde podría demostrar que los sueños se cumplen y que deben luchar sin importar los obstáculos que se pongan en su camino, sin importar su orientación sexual o cualquier otra cosa, nadie tiene derecho a cerrar sus puertas, cada uno es libre de ser quien quiera ser.

Era ese pensamiento lo que realmente había ocasionado que en ese momento se encontrara en una de las oficinas de dicha revista junto a Gustabo, era la posibilidad de no permitir que otros pasen por lo mismo que él pasó.

— Entonces esas serían las condiciones – la voz de Gustabo, siendo todo un hombre de negocios, sacó a Horacio de sus cavilaciones. Como siempre, se había perdido la mitad de la conversación.

El delantero miró a la encargada de aquella campaña publicitaría, una chica de pelo castaño rojizo que aparentaba tener quizás unos treinta años, llevaba colocado lentes de pasta y su pelo estaba sostenido por un pequeño broche. El color granate de su chaqueta combinaba con su labial.

— Entendido – pronunció ella tomando unos papeles – le diremos a Collins para acompañarle en la campaña y le serán mostradas todas las tomas y las revisiones antes de la publicación.

— ¿Qué hay con las preguntas de la entrevista? – Preguntó el moreno sabiendo que estas estarían inevitablemente yendo hacia su relación con Cris.

La chica le miró, manteniendo una actitud profesional.

— No le preguntaremos nada que no quiera responder, nuestro interés está en la imagen que usted dará al mundo, estoy segura que más de una persona estará agradecida con usted por hacer esto, no siempre tenemos deportistas profesionales que dejan ver su orientación abiertamente y no abandonan la profesión – el moreno se sintió incomodo ante la intensa mirada que esta le proporcionaba —Podría decirse que le admiro por ello – concluyó ella aún impasible.

Horacio la observó, no dudaba de lo que la chica estaba diciendo, y quizás aquello le generara un poco de vértigo, si bien ya era una figura pública, su persona se remitía a estar en un campo de fútbol dejando que sus pies hablasen por él, allí, frente a una cámara, estaría totalmente expuesto, serían él y el lente.

— De acuerdo – asintió comenzando a levantarse, no pretendía echarse para atrás en ese momento —¿Gustabo?

— Bueno, creo que ya has tomado una decisión, envíanos el contrato por mail, nos vemos en una semana.

La sesión de fotos se llevaría a cabo el jueves, el viernes todo el plantel partiría para el partido de ese fin de semana, el delantero agradecía que las fotografías se tomaran antes del partido, no creía poder concentrarse si el caso era contrario. Por otra parte, la publicación sería un mes después, por lo que estaría todo ese mes más nervioso de lo normal.

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