El sonido de la alarma le despertó, sentía su boca un tanto seca y el leve martilleo de su cabeza le confirma que lo sucedido la noche anterior no fue un sueño. Mantuvo los ojos cerrados negándose a despertar del todo, quizás si logra volver a dormirse se encuentre en una realidad diferente, pero eso no funcionaría, porque diez minutos después otra alarma vuelve a sonar.
Como es casi costumbre en él, mientras está desayunando, tratando de ignorar que la luz proveniente de la ventana le molesta más de lo normal, observa su teléfono. Lo primero que ve es aquello que en realidad temía, a pesar de saber el contenido de aquel mensaje, lo abre permitiendo que el emisor de este supiera que lo había leído.
«Tenemos que hablar. Cuándo estas libre?»
La sensación de los labios de Collins sobre los suyos persistía, no habían tenido mucho tiempo de charla después de aquel beso imprevisto, una llamada había interrumpido el momento y el rubio salió de allí disparado en cuanto atendió su móvil, dejándolo totalmente desconcertado. Inconscientemente llevó sus dedos a los labios delineándolos más de lo necesario, preguntándose si quizás existía alguna posibilidad de que aquello que había comenzado la noche anterior siguiera su curso, ¿acaso tenía derecho a ello?
Decidió por el momento no sobre pensar el asunto, lo mejor sería dejarlo asentarse hasta poder hablar con Collins y llegar a un acuerdo sobre lo que ambos esperaban, solo pedía que sus pensamientos estuviesen más claros para ese momento.
«Lo sé, ven en la tarde a mi casa, te aviso» fue su respuesta antes de finalmente comenzar a movilizarse para dirigirse al entrenamiento donde le esperaba un día bastante agotador.
Antes de salir de su apartamento recibió un nuevo mensaje, «Hoy no podré. Qué tal el fin de semana?
Horacio se detuvo antes de ingresar a su vehículo para responder, ese fin de semana jugarían fuera de la ciudad por lo que no estaría el sábado y llegarían allí muy probablemente el domingo en la noche. No quería que aquella charla se atrasara más de la cuenta, pero no tenía otra alternativa que esperar hasta ese momento. Suspiró.
«De acuerdo. Domingo en la noche?»
«Vale»
En ese momento el delantero deseó que el tiempo se acelerara o se detuviera, no estaba seguro de cual prefería.
Llegó al vestuario cuando este ya se encontraba vacío, un atasco en la carretera fue el culpable de que ingresara tarde por algunos minutos, por lo que la plantilla entera ya estaba en la cancha comenzando el entrenamiento. En silencio, solo con sus pensamientos, se apresuró a dejar su bolso en el casillero, no sin antes tomar las zapatillas destinadas para ese día y momento, comenzando a atarlas a conciencia.
— Hola Horacio – el moreno se sobresaltó ante aquella voz, ¿Por qué justamente tenía que encontrarse con él?
Sabía que su reacción era un tanto exagerada, en primer lugar, su relación con el ruso había llegado a su fin, por otro lado, era imposible que se enterase de lo sucedido con Collins en su apartamento, sin embargo, no podía impedir que la culpa por lo hecho estuviese allí, como si realmente hubiese engañado a Volkov.
Torpemente se dio la vuelta hasta dar con los ojos grises del contrario, totalmente ajenos a la marea interna que amenazaba con ahogarle en cualquier momento. Tuvo el impulso de apartarlos, sin embargo, los mantuvo allí.
— Hola Volkov — le saludó lo más naturalmente que pudo — Es raro que llegues tarde – señaló.
— Sí, me quedé dormido — respondió el contrario comenzando a moverse por el lugar hasta su casillero.
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Fuera de juego
FanfictionHoracio y Volkov llegan un tiempo de relación, una relación oculta por culpa del entorno en el que se mueven, el fútbol. Pero todo se vendrá abajo cuando una persona capture un momento íntimo de la pareja. El mundo del fútbol no está preparado y ell...