S i e t e.

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Su amiga se sentía terriblemente culpable. De no haber sido por ella, su amigo no hubiera pasado por tal situación.

- Te lo dije - por fin habló él -. Estás loca, lo de la libreta es una farsa.

- Phini, lo siento...

- No importa - mintió -. Nunca creí en esto.

- Phineas, intenta de nuevo. Tal vez es imposible revivir a las personas - ella tomó el lápiz y se lo ofreció a su amigo -. Escribe que quieres que haya un chocolate en mi mochila - ella no quería que la barra de chocolate apareciera sobre la mesa con todas esas personas de testigo -, tú amas el chocolate. Anda, anda. Escribe.

El chico tomó el lápiz entre sus dedos y dudoso, escribió:

Quiero encontrar un chocolate en la mochila de Katherina.

Ella abrió su mochila y de adentro sacó una barra de chocolate de envoltura metálica.

- ¿Cómo sé que no traías desde el principio esa barra de chocolate contigo? - la cuestionó.

Ella bufó y rodó los ojos.

- De acuerdo, escribe lo que tú quieras.

- Haré que aparezca un elefante...

- No - casi gritó Kath -. Tiene que ser algo que nadie note más que nosotros, no podemos llamar la atención.

- ¡Lo tengo!

Quiero que haya una rana en la mochila de Katherina.

- ¿Qué escribiste? - demandó saber su amiga. Pero él no tuvo que responder. La respuesta la obtuvo de la voz de una rana.

En cuanto escuchó croar auna rana, revisó de inmediato su mochila.

- ¡Qué asco! Borra eso de la libreta - le pedía con intensidad pero aguantando sus ganas de gritar y salir corriendo, aquel anuro[1] le causaba unas tremendas ganas de vomitar.

Su amigo estaba muy quieto en su asiento, sin poder obedecer a su amiga. Había aparecido una rana en la mochila de su amiga y sólo porque él lo escribió. Y ahora ella le pedía que lo borrara, tenía que averiguar que estaba sucediendo.
Borró lo que había escrito anteriormente y su amiga exhaló.

- Gracias.

No le respondió. Por su mente seguía dando vueltas la información con la que contaba. Su mejor amiga había encontrado una libreta mágica a la que le pidió una foca y el cabello azul. Pero lo de su padre no se había cumplido. ¿De dónde había salido aquella libreta? ¿Realmente existía la magia?

[1] Anuro: Animales que carecen de cola. Se dice de ranas y sapos, porque tienen cuatro patas, pero no tienen cola.

La libreta mágica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora