Q u i n c e.

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Otra de las clases que Katherina y Phineas es la de Educación Física. Y es de imaginarse que a ninguno de los dos le gusta, no son nada atléticos y no pueden saltar más de 30 centímetros. Y parecían ser los únicos a los que les aborrecía la clase, los demás no se quejaban y mucho menos los que pertenecían a algún club deportivo.
Katherina se inclinó para acatar la orden del entrenador, trataba de tocar las puntas de sus pies con las yemas de sus dedos. Todo era inútil, todo eso de la flexibilidad no era lo suyo.
El profesor de educación física la observó y rodó los ojos antes de acercarse a ella.

- ¡Jolss, más abajo!

- Eso trato.

- No se nota.

Debería intentarlo usted, viejo gordo, pensó Kath. Pero obviamente no lo iba a decírselo. Los profesores se ponían como locos cuando un alumno los retaba, que nenas.

- Hey - susurró Phineas cerca de Katherina.

- ¿Qué pasa?

- ¿Traes la libreta?

- Siempre, bebé - ella guiñó.

- ¿Dónde está?

- En mi mochila.

- ¿Y dónde está tu mochila?

- En las gradas, como todas - Kath rodó los ojos en su dirección.

Phineas esperó a que el profesor se entretuviera en su celular, como lo hacía en cada clase y corrió hasta las gradas para buscar la mochila roja de su amiga.

La libreta mágica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora