La libreta mágica.

C u a r e n t a.

Phineas se sentía realmente extraño, no encajaba muy bien en ese lugar. Dirigió su mirada a cada rostro en esa mesa y se preguntó qué tenían en común ellos con él. Pero lo poco que encontró no le convencía del todo. Era cierto que todos eran hombres y él también, eran estudiantes del bachillerato de Toret, estaban en el equipo de fútbol como él. Y eso no parecía ser suficiente para Phineas.
- Hey, tú - le habló Steve -. Smith sigue molesto porque anotaste un gol.
Todos rieron.
- No fue gran cosa - respondió Phin encogiéndose de hombros.
- Para él lo fue - comentó Jerry Clinton, otro chico del equipo que él recordaba haber visto el día de su prueba.
- Oigan, silencio - Jonathan llamó la atención de todos en la mesa -. Phineas, estamos planeando una fiesta para darte la bienvenida. Irás, ¿verdad?
- ¿Fiesta? - el tímido chico tragó saliva y no supo que más decir. No era fanático de las fiestas tampoco; no había asistido a una en años. Y era obvio que esa fiesta de la que hablaban no iba a ser como a las que solía ir cuando era un niño, con payasos y pastel.
- Vamos, no seas aguafiestas. 

- Iré - respondió al fin.

[:)]

Katherina se vio al espejo por última vez antes de salir del baño. Respiró profundo y trató de mantener la sonrisa, pero por más que fuera hermosa por fuera, había algo dentro de ella que no la dejaba estar en paz.
Caminando por el pasillo, sintió como las miradas se posaron en ella y se sintió algo incómoda. Normalmente ella veía que a las chicas les gustaba tener toda la atención, pero ella se sentía nerviosa.
Cuando estaba a punto de llegar al aula de su próxima clase, se lo encontró y decidió mantener el plan.
- Hola, Kathleen - la saludó él nervioso.
- Hola.
- ¿Quieres... acompañarme a una fiesta? - volvió a hablar nervioso, nunca se había puesto así.
- Por supuesto - le respondió ella. Tendría que aprovechar todas las oportunidades que se le presentaran para poder vengarse del chico del que llevaba enamorada hace tiempo, él cual nunca le había hecho caso.