C u a r e n t a y u n o.

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Katherina había escrito en la libreta todo lo que necesitaba físicamente e incluso pidió que sus padres la vieran igual que siempre. Es decir que cuando salió de casa por la mañana y cuando regresó, ni su padre ni su madre notaron nada extraño en ella.
— Hola, papá. Hola, mamá — los saludó.
— Hola, hija — dijeron sus padres.
Comieron como habitualmente lo hacían y después ella subió a su habitación luego de haber ido a jugar con Manchas y Pulgas.
Estaba tentada a llamar a Phineas, esa mañana lo notó extraño. Estaba consciente de que habían discutido, pero pensó que las cosas se arreglarían de un día para otro como había sido siempre.
Tomó la libreta de su escondite, es decir, de uno de los cajones de su escritorio. También tomó el lápiz más cercano para comenzar a escribir.

Quiero que Phineas vuelva a ser mi amigo.

Y como lo temía, las letras desaparecieron de la hoja.

Phineas se encontraban junto a Jonathan y Steve escuchando al entrenador. Se acercaba el torneo y tenían que estar preparados para llevarse la copa este año. Desde hace años que no ganaban.
— Si queremos esa copa, tenemos que tomarnos el fútbol en serio. No es un simple juego...  — decía el entrenador con voz alta que parecía regaño.
Todos escuchaban atentos excepto Phineas que aún continuaba pensando en su amiga Kath.
— ¿Qué tienes? — le preguntó Steve.
— Oye, Phineas. ¿Has visto a Katherina hoy? — los interrumpió Jhon.
— No, no la he visto — mintió Phineas y se volvió hacia Steve.
— No me pasa nada — volvió a mentir.



Disfruten ;)


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