La libreta mágica.

D i e z.

Dentro del aula, estaba Phineas charlando con Gerald Minder, un chico de cabello rubio y gafas adicto a los video juegos. Gerald estaba enamorado de Katherina desde que en primer año hicieron un trabajo en pareja. Nunca se lo dijo, pero Phineas lo sabía.
El chico rubio se quedó embobado viendo como Katherina dejaba su mochila en su pupitre y en como el cabello alborotado le caía por la espalda.
Kath se dirigió a donde estaban los chicos para saludarlos.
Lo que ella había escrito en la libreta no había afectado a Phineas y Gerald, ellos ya le prestaban atención a esa chica, aunque uno de ellos en secreto.
- Hola, chicos - dijo Katherina con una ligera sonrisa.

- Hola - le respondieron ellos.

- ¿Qué se siente ser popular? - le preguntó Phineas.

Ella con una mirada le dijo que guardara silencio y él soltó una carcajada.

- ¿De qué hablas? - preguntó Gerald a su amigo.

Phineas negó con la cabeza y la clase de arte comenzó.
En el bachillerato de Toret la clase de arte consistían en dos horas de práctica. Es decir, sólo daban las instrucciones de como realizar la actividad del día y todos los alumnos tomaban el material necesario para llevar a cabo lo que el profesor pedía.
James Nelson, el profesor de la clase era bailarín también. Incluso tenía su propio club de danza en la escuela y mientras sus alumnos de la clase de arte hacían explotar su imaginación, él bailaba junto al escritorio o veía su página web donde subía vídeos para enseñar a bailar a personas en varias partes del mundo.
Todos estaban haciendo una escultura con una barra de jabón. Kath se encargaba de darle forma de foca a su trozo de jabón mientras pensaba en lo bien que se sintió rechazar a Kim y sus perritos falderos.
Otro chico que estaba en la clase de artes con Katherina era Jonathan Newton. Capitán del equipo de fútbol, sexy, cuerpo envidiable, mujeriego y buen besador. Ojos verdes, cabello castaño. Y en ese momento estaba mirando a la chica llamada Katherina en lugar de hacer su escultura con jabón.