La libreta mágica.

T r e i n t a.

Phineas fue directo al campo de entrenamiento, que era el mismo donde se llevaban a cabo la mayor parte de las actividades deportivas.
Caminó por el césped
algo contrariado, sintiendo que estaba cometiendo la mayor locura de su vida.
Vio a la distancia a Steve y recordó el por qué estaba haciendo todo eso. Por Kath. Estaba comenzando a preocuparle la nueva chica que era su amiga ahora, el poder la había vuelto insensible y egoísta. Ella jamás hubiera dicho venganza como algo que ella quisiera.
Se acercó al entrenador y le tocó el hombro para que volteara a verlo. Era un hombre alto con la cabeza repleta de canas que intimidaba con sus ojos solamente. Y cuando hablaba, intimidaba con su voz.
- ¿Qué necesitas, muchacho?

Phineas no sabía exactamente que decir, pero intentó hablar de todas maneras.

- Quiero estar en el equipo - su voz fue apenas un susurro.

- ¿Qué? - le preguntó el entrenador al chico, colocando su mano abierta en su oreja.

- Quiero entrar en el equipo - pronunció más fuerte.

El entrenador soltó una risa burlona.

- ¿Has jugado antes?

- No.

El hombre volvió a soltar una carcajada. Se quitó la gorra, se peinó el blanco cabello con los dedos y se colocó el gorro de nuevo, sin dejar de mirar a los chicos que estaban corriendo por la cancha. ¿Cómo se le ocurría a ese chico entrar al equipo sin haber jugado nunca antes?

- Hagamos algo, si anotas un gol al primer intento, te quedas.

- ¿Si anoto un gol, me quedo? - preguntó Phineas achicando los ojos.

- Sí - respondió el entrenador -. Claro que estarías a prueba una semana, y si nos sirves, te dejo hasta que termine el ciclo escolar.

Phineas le sonrió nervioso.

- Aunque todavía falta que le anotes gol a Smith, es el mejor - añadió orgulloso.

- Lo intentaré.

- Eres valiente - le dijo el hombre a Phineas y después se alejó para poner al tanto a los chicos de lo que estaba por ocurrir.

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¿Aún tengo lectores?
¿Ya iniciaron sus clases?

Espero que estén disfrutando de esto:)