T r e i n t a y o c h o.

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Jonathan intentó disimular cuando notó que Phineas continuaba en el salón de clases.
Phineas también intentó disimular que no había visto nada.
- Almonds - le dijo Jonathan a Phineas -. Tenemos entrenamiento hoy después de clases.
Phineas asintió solamente sin dirigir la mirada al capitán de su nuevo equipo.
Jonathan caminó hasta la puerta del salón y se detuvo para volver a ver a su compañero.
- No le hables a nadie sobre lo que escuchaste hoy.
Phineas volteó a verlo y con una sonrisa le respondió:
- Yo no escuché nada. Y te daré un consejo, ignora a esa chica. Es una presumida.
- ¿La conoces?
Phineas sólo se rió y negó con la cabeza, con el deseo de decirle quien era en realidad aquella rubia. Pero no podía traicionar a su vieja amiga - que así la consideraba ahora -, por más que lo quisiera.
Tenía que encontrar al propietario de la maldita libreta dorada antes de que todo se saliera de control, tenía que rescatar a su amiga de aquella trampa. Porque eso significaba para él la libreta, una trampa. Una que te atraía con poder pero que estaba seguro que terminaba cobrando a un precio muy alto.
- ¿Phineas? - preguntó Jonathan cuando el chico frente a él se quedo mirando a la nada en lugar de responder a su pregunta.
- ¿Si? - Phineas despertó.
- Te pregunté que si querías ir conmigo a la cafetería.
- Claro, vamos.

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Hola, cómo están? Ya sé que nunca responden pero gracias a quien vota :3
Y disculpen que tarde tanto en actualizar.

La libreta mágica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora