La libreta mágica.

V e i n t i c i n c o.

- Voy a morir - se quejó Kath y dejó caer su cara, golpeándose contra el pupitre.

- ¿Qué hicimos para merecer esto? - continuó Gerald.

Phineas sólo suspiró. No soportaba la idea de actuar pero sabía que lloriqueando no conseguía que se cancelara la actividad.
Los demás chicos comenzaron a hablarse para ponerse de acuerdo en como se dividirían las tareas.

Mientras tanto Phineas y Katherina pensaban en una forma de deshacerse de Gerald para hablar sobre el asunto de la libreta.

A Katherina se le ocurrió algo.
Sacó la libreta de pasta dorada de su mochila y escribió:

Quiero que Gerald se quede dormido.

Soltó una risa y ambos chicos la miraron extrañados.

- ¿Qué es tan...?

Antes de que Gerald pudiera terminar su pregunta, cayó sobre su pupitre totalmente dominado por el sueño. Casi se le podía oír roncar.
Katherina terminó por reírse de su compañero y Phineas lo acompañó en sus risotadas.

- Ahora que nadie nos escucha... - Katherina se inclinó hacia el frente -. Tenemos que investigar a los sospechosos.

- ¿Y cómo lo haremos? Tenemos que seguirlos todo el día o hacernos sus amigos.

- John es mi tutor, así que... la tengo fácil. El problema es cómo haremos que pases tiempo con Steve.

Ambos se quedaron mirando a la nada mientras pensaban.

- ¡Ya sé! - saltó Kath -. Lo que debes hacer es entrar al equipo de fútbol.

- Ni loco.

Katherina borró la sonrisa de oreja a oreja que adornaba su rostro y dejó de saltar sobre el asiento por su brillante idea.

- ¿Por qué no?

- No quiero convertirme en eso de lo que me burlo.

- Oh, vamos. De futbolista no te verías nada mal.

Los dos se quedaron mudos por la sorpresa. Kath no se pudo creer que dijo aquello en voz alta y Phineas no pudo creer que ella estaba hablando en serio.
El chico soltó una risa y Kath se relajó en su asiento.

Kim se acercó a ellos.

- ¿Ustedes no harán nada? - le preguntó en tono molesto a los chicos.

- Claro que sí - responde Kath.

- ¿Y qué harán?

- Ayudaremos con el guión - interviene Phineas. Tal vez si ellos escribían el guión no están obligados a participar en la obra.