☆ Capítulo 9 La mujer que apareció en mis sueños ♡

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Estaba en un lugar muy oscuro, miré alrededor y empecé a gritar:

—¡Hola, hay alguien! —Mi voz sonaba como un eco en todo el lugar, repetí tantas veces, hasta que apareció una luz en el fondo es como si algo alumbraba. Tape mis ojos con mis manos, por lo visto era muy potente esa luz. Veía una persona al fondo del pasillo.

Empecé a acercarme muy despacito donde estaba esta persona un poco irreconocible; mi corazón empezó a latir rápido, y sudaba porque sentí mucho calor. Frené a unos metros de esta persona, se me puso la piel de gallina. Me calmé un poco y espié cada detalle que estaba alrededor mío, comencé a confrontar esta pesadilla que estoy teniendo. Dios, ayúdame a concluir esta parte de esta historia. De repente, dije a esta figura que era un hombre:

—¿Quién eres? — no me respondió. Pregunté de nuevo, comencé a dar un pasito, poco a poco, estiré mi mano para agarrar su hombro o bueno, lo toqué con cuidado y él se volteó. En estos momentos, quedé paralizada, porque era Maximiliano, abrí los platos porque me estaba mirando fijamente sin decir nada. Vi alrededor del lugar y solo estábamos él y yo, no había nadie más. Al instante, Maximiliano estiró su mano pidiendo algo, no entendía nada esta señal.

Me alejé unos milímetros de Max, pero él se acercó un poco más y estiró de nuevo su mano, estaba serio y sus ojos muy apagados.

En seguida, se alumbró otra luz y esa luz brillaba debajo de mi, que carajo estaba pasando. Intenté alejarme un poco para que este foco no me iluminara, pero la desgracia seguía ahí, estaba persiguiéndome.

Maldije esta bombilla.

Fije de nuevo al chico, su mirada todavía estaba frente a mí estirando su mano, que querrá.

—¿Qué quieres? —no pronunció ninguna palabra—. ¿Por qué no me dices nada, ¡bah! ¿Al menos digas algo, o una señal, algo? Maximiliano, no entiendo. — Exclamé a gritar muy fuertemente.

De repente de este grito, me desperté asustada. Me paré de mi cama, salí un poco hacia el balcón para refrescarme un poco, vi al fondo el mar. Entre de nuevo, cerré la puerta de la terraza y me acosté.

De nuevo, el mismo sueño, la misma parte, solo que estaba frente a frente, mirándolo.

Es la misma acción, ahora Maximiliano se quedó parado y su mirada hacia abajo, la verdad, no entiendo este sueño. No he cifrado este sueño.

Observé alrededor del lugar y no había nadie, solo él y yo, solos, parados con una luz alumbrado entre nosotros. Hasta que me ocurrió una idea, vi que algo comenzó a iluminar a unos metros de nosotros, caminé hacia esta cosa y me di cuenta de que era lo que el DJ ponía la música.

—¿Ahora que hago? — Me preguntaba. No sé cómo colocar esto. Pero de repente, sonó la música, yo me asusté porque se sonó solito y al escuchar la música, sonó una canción balada.

Hasta que descifre la pista, me acerque a Maximiliano, cogí sus manos y apenas comenzó a moverse un músculo. Él me miró fijamente, pero su mirada estaba triste con los ojos llorosos y rojos. Sentí una sensación de... llorar o algo parecido. En estos momentos, no sentí miedo, sino mucha valentía. Creo que era lo que estaba estirando la mano, quería bailar conmigo.

Al principio tenía miedo, pero ahora no. Por lo que se me arrugó mi corazón al verlo así su mirada de mucha tristeza.

Intenté sonreír para que él también se animara, pero no hubo una sonrisa. Qué raro, siempre Maximiliano me sonría a mí, una sonrisa de picardía, pero no hubo nada de eso; solo tristeza, su alma estaba apagada.

Se me arrugó más mi corazón.

La música seguía sonando, comencé a balancearme para empezar a bailar a ver si Maximiliano me seguía mi paso. Luego, vi que él comenzó a remedar mis pasos, me alegré un poco, moví un poco más y él también.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora