☆ Capítulo 13 En la pisicina ♡

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Mi madre siempre me decía que "es mejor hacer amigos y no enemigos".


En estos momentos, mi enemigo es Maximiliano por ser un idiota y tener un ego muy enorme y a mí no me gustan los tipos que se creen en superiores, ósea... la mayoría conocen a Max solo porque es el chico popular de la universidad o eso que creí. Así poco a poco lo voy a conociéndolo.

Ya estamos en la piscina y había tanta gente, me sorprendí y eso que era temprano. Gaby y yo echamos bloqueador solar y nos acostamos en las sillas playeras, tranquilas y sin interrupciones.

Tan pronto, alguien nos estaba tapando el sol.

Maldije.

—Este hijo de pe... Oye, estás tapándose el sol— fruncí el ceño—. Quítate de ahí...

—Tenéis un vocabulario muy ofensivo, me sorprendes mi diavolina feroz consentida. — Reconocimos esta voz cerca de nosotras.

Nos paramos inmediatamente con el ceño fruncido y fijé que era Maximiliano con Gabriele. Max tenía una posición con los brazos cruzados mostrando sus músculos y sus abdominales perfectos, estaba sin camisa y curvando sus labios con una sonrisa de complicidad.

—Hola, guapas — nos saludó Gabriele todo amable —. Disfrutando del sol.

—Hola y sí — contestó Gaby.

Pero yo solo saludé a Gabriele, pero a Max no por lo que él no saludó muy bien.

—No quieres saludarme, Alexa — estaba serio.

—Saludarte, ¡JA! — hice un poco fuerte esta palabra—. Es mejor tú debes saludarme.

—No, primero tú... comenzaste a ofenderme estas malas palabras y segundo...

Lo interrumpí a Max para explicarle cómo fue la cosa.

—Primero, es porque ustedes estaban tapando el sol — señalé con mis dedos para seguir enumerando —; y segundo, no sabíamos quién era, así que no se queje a mucho y la verdad, se me salió. Pido perdón o te explicaré en plastilina.

Escuché una pequeña risita de Gaby burlando a Max. Después, Gaby nos reflexionó a ambos y a la vez nos regañó.

—Ya basta, parecen unos niños chiquitos de 5 años. Lo que dijo Alexa tiene toda la razón y así fue el suceso y saben que no somos los únicos que decimos groserías o más bien que somos groseros. Así que, somos seres humanos y así somos.

Quedamos callados para escuchar su reflexión. Gaby tiene razón, somos seres humanos y así nos creó Dios para decir estas palabras, claro que nosotros inventamos las palabras en nuestro pequeño cerebro, no Dios.

Max hizo una mueca un poco de asco. Sin embargo, Gabriele hizo una nueva conversación antes de seguir agarrando.

—Quereos meter a la pileta — nos sonrió amablemente Gabriele.

—¿Una qué? — Dudé está palabra extraña.

—Esto, no sé qué palabra dicen en vuestro país.

—Piscina, así decimos en nuestro país — los recité a ellos.

—Raro — se extrañó Max —. No vendrán.

Negué con la cabeza.

—Yo sí — replicó mi amiga—. ¿Por qué no, amiga?

—No quiero y no insistas — dije a mi amiga —. Vayan ustedes, prefiero estar aquí.

—Bien — dijo Gaby —. Si cambias de opinión, estamos en esta esquinita de la piscina, no dudes tanto. Piénsalo.

—Está bien, lo pensaré ahorita.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora