☆ Capítulo 22 El guayabo de Gaby ♡

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Faltan 24 horas para comenzar las clases...


Todos estaban enguayabados aquella fiesta de la playa y Gaby era una de las que están en este lío, debo rescatarla porque ya faltan 24 horas para iniciar las clases de la universidad.

La noche anterior, lo primero que hice fue correr hasta la habitación a ver cómo estaba mi amiga, cuando entré, vi a Gaby que estaba dormida y eso me tranquilicé y roncaba arto.

A la mañana siguiente, era casi las 8 de la mañana y Gaby despertó con un guayabo bien tenaz por lo que ella se tomó mucho licor; Gabriele tenía toda la razón, se pasó de licor y vomitó cuando se despertó. Pobre Gaby, imaginate como estaba. Muy rara vez, ella toma licor y muy poca vez se borrachera. Para pasar este guayabo, miré algunos ingredientes y escribí en Google: "cómo se pasa un guayabo" y me salía muchos ingredientes.

Guayabo significa "una resaca, un malestar por haber bebido en exceso". Así estaba mi amiga, tiene una resaca y ella no podía escuchar un solo ruido muy fuerte porque le dolía mucho la cabeza. Busqué un ingrediente que la mayoría se toma para pasar estos malestares: primero, compré una pastilla para estos malestares estomacales; segundo, estaba preparando un buen caldo, claro que no es lo mismo que mi mamá me prepara ya que no sabía casi nada, faltaba un ingrediente especial y es el cilantro. Este ingrediente le da un sabor tan delicioso, pero que lástima que no hay aquí en España, solo cebolla y ajo.

Cuando terminé de hacerlo, le serví en un plato y le pasé a mi amiga; mi amiga hizo una mueca de un poco asco y me dijo:

—¿Qué es? — lo miró asqueada.

—Es un caldo — le recité—. Tómalo que con esto te pasa el guayabo.

Ella sopló primero y lo probó un sorbito e hizo una cara de asco.

—No sabe casi nada — me gruñó—. No quiero. — Hizo un ladito el plato.

—Gaby, lo sé — me puse algo fatal—. No hay más, sé que falta cilantro, pero aquí no se consigue, es mejor que lo tomes y le sirvas un poquito; por favor tómalo... quiere que te pasa esa resaca, ahí está; un caldo es un bendito para esto. — Le rogué que se tomara y con un fastidio, le tocó tomar. No lo tomó todo, pero al menos comió la mayoría.

—Gracias — me agradeció—. Estaba deli, a pesar del sabor; estaba bien. — Le dije que con gusto.

A pesar de que Gabriele le dio algo la noche anterior un remedio, la calmó para que no sintiera toda la noche estos malestares.

Todavía mi amiga tenía este guayabo, tomó mucho, mucho anoche; ella me dijo que no está acostumbrada de tomar así, que hace rato no toma desde que... me comentó que cuando se emborrachó por primera vez, hizo el oso con sus amigos, empezó a enloquecer ya que nunca ha probado el licor. Que este día fue el peor de sus vidas, que prometió de no tomar así, que podría controlar el alcohol. Me comentó más lo que hizo ese día: primero qué estaban haciendo un juego, el juego consistía que, si apunta en los vasos que estaban llenos de licor, lo tomaba y así fue lo que pasó. Gaby tiene una buena puntería, ganaba muchas veces, cuando se acaba todo, siguió tomando y empezó con sus locuras.

—Perdón ya ni me acuerdo lo que sucedió ese día — me dijo Gaby—. Estaba muy mal, hasta me tocó ir en el hospital. — Yo quedé fría al escuchar eso—. Sin embargo, una de mis amigas me dijo que hice una boleta bien feo; me dijo que... — Se mordió sus labios y pensó un poco—... que quede pelada, es decir, quité toda mi ropa, hasta la ropa interior. — Se río un poco—. Y lancé a la piscina, gritaba que... era una palabrota bien fea, es mejor no te digo; en fin, y que, al último, salí de la casa así pelada, hasta que me desmayé; fue horrible.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora