☆ Capítulo 16 Max de regreso al Campus ♡

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Horas después...


Enseguida, llegue a la universidad y todos estaban preocupados por lo que pasó unas horas, todos querían hablar conmigo haber que sucedió, pero no quería hablar con nadie, solo quería estar en mi habitación descansando.

Inmediatamente, llegó Marta a mi habitación y dijo:

—¿Estás bien?

—No — chille y abracé a Marta.

—Tranquila, no pasó a mayores.

—Y Max — dije a Marta.

—Max va a estar bien, lo van a soltar, solo que él va a cumplir algunas reglas y ya — me respondió Marta.

—¿Qué pasó con el arma que Max estaba utilizando?

—La guardia civil tiene el arma y Max no va a utilizar más hasta una nueva orden.

Una nueva orden, que querrá decir.

—Pronto Max va a estar con ustedes en unas horas — me explicó —. Necesito hablar con Gabriele, sabes dónde está él. — Alcé los hombros, hasta que apareció Gabriele.

—Diciendo el rey de Roma quien se asoma — dije una frase típica colombiana.

—Marta — se sorprendió Gabriele—. Que tal.

—Necesito hablar contigo.

—Conmigo —Marta asentó—. Vale, hablemos afuera, en mi habitación.

—¿Gaby dónde está? — pregunté a Gabriele.

—Hablando con el decano, si queréis quedar aquí esperando a Gaby.

—Ok.

De inmediato vi que ellos se esfumaron y quedé aquí solita.


♤♡♧



Finalmente, Gaby llegó y me vio, me abrazó y me preguntó:

—¿Estás bien?

—Ya estoy cansada de preguntarme si estoy bien — chillé.

—Tranquila.

—No estaré tranquila, sé que Max me salvó mi vida, pero por qué Max estaba utilizando un arma en el campus — estaba curiosa.

—Buena pregunta, está todo sospechoso — cogió su barbilla muy pensativa—. Te dije que algo raro tiene este chico o te advertí.

—Si, lo sé — la verdad empece a sospechar —, y por qué Marta quiere hablar con Gabriele.

—¿Cómo así? ahí si me perdí, ¿qué estás hablando? ¿Ellos se conocen?

—No sé, pero pronto descubrimos este misterio — alcé mis hombros.

—Me imagino por lo que me contaste, se conocieron cuando ellos eran más pequeños.

—Yo creo.

—Te ayudaré a descubrir este misterio.

—Vale, gracias — le agradecí a mi amiga.


♤♡♧

Suena una voz reconocida afuera de mi habitación, abrí de inmediato la puerta y vi que era Max; él me sonrió y yo apenas me salieron mis lágrimas.

—¿Max? — lo abracé y él se extrañó por mi reacción.

—Alexa, me alegro de que estéis bien — el tono de su voz estaba suave y cansado.

—A qué hora llegaste que ni me di cuenta.

—Unos par de minutos — lo abrace de nuevo y él también me abrazó—. Te extrañé mucho mi diavolina. — Me susurró.

—Yo también te extrañé — <<por qué dije eso>> Dije yo misma en mi voz interior.

—De verdad, no me esperaba, pero bueno, me alegro que me extrañaste — me agarró con sus manos mi cabeza y sentí un besó en mi frente con mucha suavidad y mi cuerpo se puso un poco caliente, más que todo, mis mejillas.

—Puedo hablar contigo — limpié mis lágrimas—. Por favor, me encantaría decirte algunas preguntas.

—Se que quieres preguntarme, pero en estos momentos, estoy cansado, hablaremos después, ¿estamos?

—Pero...

—Per favore mi diavolina — Max me dijo en italiano y me indica que solo quiere descansar, pues claro, fue un día duro para él encerrado en una cárcel.

—Vale, me prometes.

—Sí — Replicó Max—. Que sueñes con los angelitos y saludos de mi parte a Gaby. Todavía no se han acabado estos eventos del verano... podemos hablar en el lugar donde te dije hace unas horas antes.

—Listo, a qué hora.

—Por la noche, a las 19 horas, después que se terminen los eventos de la universidad. — Me besa mi mano con mucho cuidado y después, me besa en mis labios, era un medio beso y yo me puse roja como un tomate.

—Me encanta cuando te pones rojita — hizo una sonrisa de picardía. Al menos sonrió un poco—. Lástima que estemos separados y no estar juntos, o si no, haríamos lo que queramos en estas habitaciones y darte el placer como os gusta.

¿Placer? Caray, esto si no me esperaba, trague saliva al escuchar eso.

—Solo cuando estás preparada para esta acción. Me dices — lo empujé fuerte con mis ambas manos sonando duro en sus pectorales.

Max nunca va a cambiar lo que realmente es, sin embargo, pregunté rápido a Max para cambiar de tema.

—¿Y la pistola?

—¿Cuál pistola? — Enarco una ceja.

—La que estabas utilizando hace unas horas.

—Alexa, por favor, te dije que después hablamos sobre eso — frunció el ceño—. Los guardias civiles me la quitaron hasta una nueva orden si realmente puedo seguir utilizando el arma. — Su voz estaba ronca—. Al menos no me sancionaron o me despiden.

—¿Nueva orden? Que querrá decir con eso, Maximiliano y cómo así despedirte.

—Buonanotte, ragazza mia — se despidió muy apresurado—No me cambies de tema —me enfurecí.

—Que tengáis una linda noche, mañana nos vemos.

Suspiré y nos despedimos, ya cada uno entramos a nuestras habitaciones hasta el día siguiente.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora