Chuea

Capítulo 6

Krist se puso de pie cuando el rubio entró. Él era de la complexión de Krist, un poco más bajo y su pelo tenía varios tonos diferentes de amarillo. Tenía unos coquetos ojos azules y una gran sonrisa, usaba una ajustada camiseta azul y unos igualmente ajustados vaqueros blancos. Él y Gawin se encontraron al lado del escritorio del abogado e intercambiaron un breve beso.

¿Beso? Krist parpadeó. ¿Sabía Gawin que era gay? Ese era un beso de amantes, ¿verdad? Tenía que serlo. No era sólo cosas de amigos. Bueno, los chicos no suelen hacer esas cosas. Los chicos que no están con chicos.

<<Diablos>>

-Krist- dijo Gawin, extendiendo su mano-. Él es Tharn Phanit.

El rubio extendió la mano hacia Krist.

-Su novio.

<<¿Oh?>>

Krist estrechó la mano del chico.

-Encantado de conocerte.

-Es un placer conocerte.- Le dio un apretón a la mano de Krist, cogiendo su muñeca con la otra-. Soy tu gran fan.

Krist mostró la sonrisa que utilizaba en las conferencias de prensa y ante sus fans.

-¿En serio? Hey, gracias.

Por la cabeza de Krist empezaron a girar imágenes de Gawin y ese tipo besándose, tocándose, mordiéndose. Él no podía decir por qué estaba tan afectado con esta nueva información acerca del amigo de Khao, pero lo estaba.

-Mis disculpas, Krist- dijo Gawin, de pie al lado del escritorio frunciéndole el ceño al rubio-. Estoy seguro que la puntualidad de la llegada de Tharn ha tenido algo que ver con tu presencia.

Tharn le sonrió.

Krist se rio.

-Hey, está bien, no me molesta.

Tharn le mostró la lengua a Gawin y Krist casi se ahoga con la inmediata imagen de otras partes del cuerpo de Gawin que esa lengua hubiera tocado.

<<¿Qué infiernos?>>

Tharn se giró de frente a Krist y bajó su mochila del hombro, dejándola en el asiento que Krist había estado ocupando.

-Lo siento. Gawin me dijo que no podía venir, pero cuando me dijo que se reuniría contigo, simplemente quería ver si podía conocerte.

Krist frunció el ceño mirando a Gawin.

-¿Aún no conoce a Khao?

-No. Aún no.

-Nosotros no llevamos juntos mucho tiempo- Gawin explicó al tiempo que cruzaba los brazos y apoyaba la cadera contra el borde del escritorio-. Entonces, Tharn, haz lo que viniste a hacer y déjanos regresar al trabajo.

-Agua fiestas.

Krist se rio. La inspiración lo golpeó.

-He, ¿por qué no vamos a cenar?

No podía haber hecho a Tharn más feliz, a juzgar por los saltos y los aplausos.

Gawin, sin embargo, frunció el ceño.

-Son sólo las cinco de la tarde.

-Está bien. Nosotros terminamos aquí, no?

-No.

Krist hizo un puchero.

-Entonces, ¿podemos continuar mañana?

-Nosotros no tenemos una cita mañana.