Capítulo 16

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Krist se rio, hundiendo sus rodillas en el cojín que Gawin había tirado al suelo.

-¿Te gustó eso, eh?

Gawin resopló. Mientras Krist se inclinaba, levantó una mano y tocó el hombro de Krist.

-Quítate la camisa.

Krist le dio una mirada confundida.

-¿Se necesita quitarse la camisa para dar una mamada?

-No, pero tienes una espalda asombrosa y quiero tocarla mientras lo haces.

<<¡Dulce!>>

-Oh. En ese caso...- rápidamente, Krist se quitó la camisa y la lanzó a un lado.

-Precioso- Gawin ronroneó, colocando una de sus manos en el hombro de Krist-. Ahora...- con la otra mano, él agarró su pene-,... ¿realmente necesitas instrucciones para hacerlo?

Krist se inclinó y envolvió en su mano la punta del eje de Gawin. Sí, grueso y duro. Se sentía muy parecido al suyo, pero no. ¡Y toda esa piel!

-Quizás. Nunca he tocado un pene que no sea el mío.

Gawin ronroneó. Cogió en su mano la base de su pene, forzando a que Krist agarrara más. Gawin veía fascinado cómo la piel se agrupaba bajo la cabeza del pene, dejando que la rosa cabeza se asomara. La otra mano de Gawin cogió el prepucio y lo bajó completamente mostrando totalmente la cabeza del pene.

-¡Wow!- Krist gritó suavemente, impresionado.

-Lámelo.

-¿La piel!

-Oh, sí.

Krist levantó la vista y vio los ojos de Gawin oscurecerse de placer. Dándole crédito al hombre de que sabía lo que quería, Krist inclinó la cabeza, sacó la lengua y chupó la piel que Gawin aún sostenía.

-Pasa tu lengua por e interior.

<<¿En serio?>> 

Pensó Krist pero no preguntó. Estaba demasiado intrigado con el sabor salado y a especies del pene de Gawin y las gotas de líquido que se escapaban de la punta.

Gawin sostuvo parte de la piel para él y Krist barrió con su lengua el interior, buscando la sedosa cabeza del pene. Un suspiro de satisfacción se oyó sobre la cabeza de Krist, así que supuso que lo estaba haciendo bien.  La mano de Gawin se deslizó hacia la base de su pene y Krist se dejó ir. 

-Justo de esa forma- Gawin suspiró. Krist lo vio cogiendo el dobladillo de su camiseta y levantándola exponiendo su abdomen. La mano en la base de su pene fue retirada, claro signo de que quería que Krist se hiciera cargo-. Chúpame, haz lo que te gustaría que te hicieran. 

Krist gimió. Un honesto gemido. Esto era tan bueno. 

Dejó que sus labios se deslizaran por el húmedo eje de Gawin tanto como pudo, lentamente ajustándose a su anchura. ¡Él tenía el pene de un hombre en su boca! Realmente lo tenía. ¡Y era bueno!

Se apartó y dejó que su lengua jugara con el lugar debajo de la cabeza del pene de Gawin, sabiendo que ese punto lo volvía loco a él mismo. Parecía que a Gawin también, si el grueso gruñido era una indicación, así que Krist lo hizo durante un momento.

Dedos se enredaban en su pelo, empujando suavemente la cabeza hacia abajo. Él lo hizo y permitió que el asombroso pene llenara su boca de nuevo. Tuvo arcadas cuando la cabeza del pene fue demasiado lejos, golpeando la parte de atrás de su garganta.

-Tranquilo- gruñó Gawin tirando de su pelo para que levantara la cabeza-. Sólo haz lo que te haga sentir cómodo.

Krist asintió y volvió a bajar su cabeza, bombeando el eje con su mano mientras su lengua jugaba alrededor de la punta. ¡Esto era divertido! Especialmente cuando Gawin hacía esos gemidos y movía sus caderas. Krist se hundió y tomó dentro de su boca tanto de Gawin como pudo, cubriendo el resto con su puño. Lo tomó firmemente y empezó a subir y a bajar, chupando tan duro como podía.

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