Llegaron al dormitorio con la nueva cama tamaño king, la mesita de noche y la lámpara como únicos muebles en la enorme habitación.
Krist se sentó y se inclinó para quitarse las botas. La botella de lubricante que estaba sobre el colchó rodó hacia él.
-Tienes muebles.
Levantó la vista. Al menos Gawin se estaba desnudando. La chaqueta se había ido y sus dedos desabotonaban la camisa azul.
-Sí.
-Presuntuoso.
-Hey. Imaginé que si lograba que subieras habría sexo.
Gawin se rio.
<<Oh, ¡gracias a Dios!>>
-Bien pensado, nk s̄ālikā.
Lanzando la segunda bota, Krist gruñó.
-Oh, Jesús, no eso. No me llamarás así.
La camisa, totalmente desabotonada, se abrió revelando el pecho y abdomen de Gawin que, calmadamente, desabotono un puño.
-Es un nombre apropiado para ti.
Krist se quitó su camiseta.
-No lo es.
-Lo es.
Krist gruñó, poniéndose de pie para poder quitarse los pantalones.
-Solo lo dices para enfadarme.
-No.
Sus manos en los vaqueros se congelaron cuando la mano de Gawin recorrió su pecho desnudo. Los puños de su camisa abiertos, mostrando sus delgadas muñecas.
<<Dios, él es hermoso>>
-No lo digo para enfadarte.
Eso era más que sólo el nombre.
-Está bien.
La mano acunó su mandíbula.
-Ese es mi nombre para ti. Solo mío.
Calor recorrió la piel de Krist, haciendo que temblara.
-Sí, está bien.
¿Estás seguro?
-Nunca he estado más seguro de nada.
-Quiero confiar en ti.
Krist deslizó un brazo por la cintura de Gawin. La otra alrededor de su cuello, acercándolo.
-Puedes confiar en mí, Gawin. Te lo promete.
El tiempo se hizo lento cuando ellos se besaron, sus labios fusionados y sus lenguas en una danza de nuevo reconocimiento y nuevas sensaciones. Tenían todo el tiempo del mundo simplemente para derretirse pecho con pecho, labios con labios, alma con alma.
Gradualmente, sin dejar de besarlo, Gawin empujó los vaqueros y los boxer de Krist por sus muslos. Eso liberó el doloroso pene de Krist y Gawin lo envolvió entre sus dedos.
Krist gruñó, la cabeza inclinada hacia atrás. Gawin mordisqueó su labio inferior, su mentón.
-Hermoso- murmuró, su otra mano en la espalda baja de Krist manteniéndolo recto-. ¿Todo mío?
-Todo tuyo- dijo Krist sin dudas.
Gawin lo liberó y lo empujó hacia la cama. Él se dejó caer voluntariamente dado que creía que sus rodillas no lo soportarían mucho tiempo más, a pesar del apoyo de Gawin. Se acostó de espaldas mientras Gawin cogía sus vaqueros y ropa interior y los bajaba el resto del camino quitándoselos.
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Chuea
FanfictionLos mejores amigos de Krist son los otros chicos de la banda de rock Orot Sawan. Los tres, ahora cuatro, son tan cercanos a él como si fueran hermanos y él está contento de que todos ellos hayan encontrado a sus compañeros de vida. Él lo está. No i...