Capítulo 5

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-¿Cómo infiernos funciona esto?-Krist preguntó viendo el lío de piezas de metal y alambres.

-Es un rompecabezas mental. Si te lo digo, pierde su propósito.

Krist cambió su mirada hacia el "rompecabezas ejecutivo", o así era como Gawin le llamaba a eso. Sentado frente al escritorio, el calmado abogado revisaba los papeles del acuerdo.

Krist ni siquiera levantó la vista, su atención estaba enfocada en la pantalla de su portátil a la izquierda del lío de papeles. La luz del atardecer atravesaba las persianas de las ventanas detrás de él, dándole tonos dorados a su pelo. Él movía un bolígrafo entre sus dedos mientras leía unas hojas frente a él. Era zurdo, Krist pensó con demasiada fascinación, incluso cuando eso era algo que Gawin no podía evitar. Una banda de oro cubría la base del meñique. Krist se enderezó un poco más para ver si podía ver el diseño.

-Antes de que lo olvide...- Gawin buscó unas hojas en el escritorio y le dio un papel a Krist-. Ten aquí, son unas webs que cubren lo que discutimos la otra noche.

Krist parpadeó, cogiendo las hojas.

-¿La otra noche?

Gawin inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado.

-¿Los derechos de autor?

-¡Oh! En la fiesta.- Revisó lal ista de ocho direcciones web-. Hey, cool, gracias.

-Bien, entonces...- Gawin se inclinó hacia adelante, los codos en el escritorio mientras levantaba un grupo de papeles frente a él. Con las mangas de la camisa enrolladas, el vello castaño claro de sus brazos brillaba a la luz del sol que caía sobre sus hombros.

-¿Marcaste como tu lugar de residencia el Hotel Wachirawit?

Distraído, Krist tuvo que sacudir la cabeza un poco para poner sus pensamientos en marcha.

-Sí, es un lugar como cualquier otro.

-¿No tienes tu propia casa?

Krist se dio cuenta que no tenía una buena razón para ver los brazos de Gawin y regresó su atención al rompecabezas mental.

-Ya no.

-¿Ni siquiera un apartamento?

-No.

-¿Lo tuviste en algún momento?

Krist asintió, dejando una de las extrañas formas de metal y cogiendo otra.

-Por un tiempo, antes de la última gira, tuve un condominio en Nong Khai¹. Lo dejé cuando iniciamos la gira.

-¿Por qué?

-Me pareció un desperdicio pagar cuando no lo usaba.

Gawin hizo una pausa y miró fijamente a Krist. El hombre tenía el ceño fruncido, confundido.

-Pudiste haberlo comprado o alquilado en tu ausencia.

-Sí.

-¿Por qué no lo hiciste?

-Realmente no me gustaba.

-¿Por qué lo alquilabas entonces?

Krist dejó el rompecabezas y cruzó sus brazos sobre el escritorio.

-Bueno, me parecía bien al principio.- Cogió un bolígrafo de una taza a su lado y le quitó la tapa tratando de imaginar de qué color era-. Un amigo mencionó que el complejo era en la playa y que algunos otros amigos iban a alquilar un apartamento ahí, así que alquilé uno. Me pareció buena idea en ese momento. Realmente, nunca me mudé ahí.

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