Capítulo 23

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Krist lanzó a un lado la toalla con la que se había secado el pelo, se miró en el espejo y se sonrió.

<<Recién jodido. La mejor manera de ir al concierto>>

Claro, él nunca había tocado en un concierto, sentado ante su batería cuando su culo había estado totalmente golpeado varias veces unas horas antes. Debería de ser interesante. Riéndose, envolvió una toalla alrededor de su cintura y entró en el dormitorio.

Gawin estaba viendo las noticias recargado en la cabecera de la cama con lo mayoría de las almohadas. Un brazo doblado sobre su cabeza y el otro sobre su pecho desnudo, el mando a distancia en su mano. Una pierna doblada. La otra estirada sobre el colchón, con una posición hasta cierto punto abierta. Giró la cabeza para ver a Krist con una sonrisa en sus labios. 

Krist pensó que sus labios estaban ligeramente hinchados, ¿de besar? ¿de joder? ¿de...?

Krist le señaló.

-No empieces, tengo que irme.

Gawin levantó esa maldita ceja.

-¿Que no empiece?

Krist lamió sus labios.

-Acostado ahí todo desnudo y oliendo a sexo. No me lo pones fácil para no lanzarme sobre ti, ¿lo sabes?

Gawin se quitó la sábana de la cadera.

-Esto.

Krist bufó.

-Como si no supiera lo que había debajo.- Se quitó la toalla mientras se dirigía a su maleta, que estaba abierta sobre un banco junto al armario.

-Mmmm, bonito.

Sin mirar hacia atrás, Krist movió el trasero.

-Sí pero no puedes tenerlo hasta más tarde esta noche.

-Cruel.

-Hey, te he dado tanto como he podido.

-Mmm, eso dices.- Un rugido felino en la voz de Gawin hizo que la piel de Krist se erizara.

<<Tranquilo niño>>, pensó al ver que su pene tomaba nota de eso.

Volvió su atención a vestirse y trató de ignorar al hombre en la cama. Se puso unos boxers blancos, vaqueros blancos y una camisa de botones blanca, doblando las mangas, su traje para esa noche.

-¿Todo de blanco?- murmuró Gawin, recordándole a Krist su presencia.

Krist se giró, pero con la cabeza inclinada abrochando los botones en lugar de mirar a Gawin.

-Sí. El White Room ¿lo captas?

-Ah, sí. He oído eso.

Eso hizo que Krist levantara la vista.

-¿Has oído?

Gawin medio sonrió.

-He tenido razones para investigar a Orot Sawan últimamente.

Krist sonrió.

-¿El White Room no es propiedad de Judo, verdad?

-No.- Se sentó en la orilla de la cama para ponerse sus calcetines, dejando sus bambas blancas sobre la alfombra junto a sus pies-. Él y Fluke son propietarios del White Tiger en otro de los hoteles Wachirawit. El White Room pertenece a Chimon y dos de sus amigos. Bueno, supongo que Perth es propietario de una parte. ¿Sabes la historia de eso? ¿Nuestro primer concierto aquí?

-Sí, eso al parecer es leyenda de Orot Sawan, ¿esa actuación fue cuando Perth y Chimon se conocieron?

-'Leyenda'. Me gusta eso.- Se rio-. Chimon y sus socios le escribieron a nuestra manager, pidiéndole que actuáramos aquí y nosotros pensamos ¿por qué no?. Era un lugar tan bueno como cualquier otro para calentarnos para la gira y era diferente, ¿sabes?. Ser la primera banda en tocar en un club nocturno es tan genial- Se ató las bambas-. De cualquier manera, llegamos aquí y conocimos a Chimon y era como... ¡pow! Perth se enganchó. Quiero decir, realmente se enganchó. Nos aburrió todo el fin de semana. Era asqueroso.- Sonrió mientras lo decía.

-¿Fue amor a primera vista?

-Si le preguntas a Perth, sí. Si le preguntas a Chimon, no. Claro que Chimon no creía ser gay en ese momento, así que Perth dice que su opinión no cuenta.

-¿Chimon no era gay?

Krist oyó las dudas en la voz de Gawin pero no estaba seguro. Aunque él era muy bueno en leer el humor de Gawin. Bueno, él normalmente era bueno en leer a cualquiera pero era mejor con Gawin.

<<¿Qué quería decir...?>>

-No. Incluso había estado comprometido meses antes de conocer a Perth. ¿O era un año?. Bueno, algo como eso. Pero hablé con su mejor amigo y según él siempre le fue difícil saber de qué lado bateaba Chimon.- Ató su segunda bamba y se giró, subiendo una pierna a la cama para poder ver a la cara de Gawin-. Pero ahora está completamente con Perth. Así que eso prueba que los chicos heteros pueden cambiar, ¿no crees?- dijo con una sonrisa, pero ambos, él y Gawin, sabían que era más que eso.

Gawin entrecerró ligeramente los ojos. Sin sus gafas, él se veía menos estirado. O quizás no eran las gafas sino el hecho de que estaba desnudo bajo las sábanas oliendo a sudor y seco.

-Algunos hombres, quizás.

Krist subió a la cama, cuidando de no tocarlo, mientras se posicionaba sobre sus manos y rodillas arriba de Gawin. Repentinamente sintió los vaqueros realmente apretados.

-Me gusta lo que hacemos- dijo seriamente, plantando un suave beso en los labios de Gawin-. Realmente me gusta.

La sonrisa de Gawin era forzada, algún profundo conflicto detrás de eso.

-Me alegro.

Krist quería decir más. Quería sacudir a Gawin y hacer que dijera sus pensamientos pero eso no era justo. Porque él no iba a hablar de eso, ¿lo haría?. Pero en ese momento, él no tenía tiempo. Necesitaba bajar las escaleras y hacer su trabajo.

Besó a Gawin de nuevo, ligeramente esta vez, sabiendo que lo tendría en unas horas.

-Me tengo que ir.

Gawin acunó la mandíbula de Krist con ambas manos.

-Sí.- Él lo acercó para un beso total.

Krist asintió, sacando rápidamente la lengua y recorriendo el labio inferior de Krist. Sus manos se deslizaron por el cuello de Krist, sobre sus hombros y frotando ligeramente sus antebrazos, haciendo que el vello se erizara. Todo el tiempo mirando a la cara a Krist.

-Correcto.

Krist quería hablar acerca de esa mirada pero él no tenía tiempo. No ahora. Quizás en la noche.

Ellos se besaron de nuevo y entonces Krist suspiró bajando lentamente de la cama.

-Voy a socializar algo después de la actuación- le sonrió mientras se ponía de pie-. Las buenas noticiases que la pista de baile del White Room es para morirse. Perth contrató un asombros DJ. ¿Bailas?

Gawin deslizó una mano por su pecho deteniéndose en su abdomen. Krist no estaba seguro de que siquiera estuviera consciente de eso.

-No desde hace mucho tiempo.

-Apuesto a que eres bueno.- Krist se obligó a dar un paso para alejarse.

-En el pasado me defendía.

Krist se rio, forzándose a segur cuando lo que él más quería era quitarse la ropa y seguir la mano hacia abajo de la sábana en dónde ya sabía lo que había.

-Aquí está de nuevo, se oye estirado.- Se detuvo en el marco de la puerta-. Nos vemos después.

Gawin asintió.

-Hasta luego, sí.

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