𓂃⌁. 𖧧 Paper Cuts ๑՞⋆

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Lara despertó a la mañana siguiente y decidió que era su hora de alejarse de Spencer, de voltear la página y dejar de sufrir en silencio por el amor y por la tristeza que él le provocó desde que se conocieron, de olvidarlo tal y como él lo hizo con ella, después de todo... Amar es soltar, ¿Verdad?

Se arregló como de costumbre y empezó a empacar sus cosas en silencio, aprovechando que se despertó dos horas más temprano de lo usual, su perro entró a la mochila y su hámster a su transportador, yendo así en su moto hasta donde era la oficina.

Usualmente habría despertado a Spencer, hecho el desayuno o incluso se hubiera unido a él para desayunar en la habitación juntos, como amigos. Hoy era diferente, sus ojos estaban hinchados por haber llorado toda la noche y sus animales de apoyo estaban más tensos de lo usual, estaban alerta.

Lara ahora estaba en silencio sentada en su cubículo a la espera de un nuevo caso, un lápiz era lo que tenía en su cabello largo recogido en un moño, su flequillo desordenado y sus mechones rojos cayendo por los costados de sus mejillas eran lo más hermoso que podían ver los hombres que estaban al rededor, deseaban a Lara y todo el mundo sabía que para llegar a ella debías ganarte a la UAC y a media industria coreana de entretenimiento.

La muchacha de cabellos rojos fumaba un cigarrillo seguido de otro y todos parecían darse cuenta que algo sucedía pero nadie se atrevía a preguntarle qué era eso que la tenía tan ansiosa, tan ida de sí misma y a la vez tan triste, no había salido una sola palabra de sus labios que no fuera un "buenos días" durante las tres horas que estaba sentada.

Incluso cuando Spencer llegó ella no se inmutó a saludarlo o a apagar su cigarrillo como lo hubiera hecho en otras circunstancias, pero la realidad era otra, apenas lo había mirado y había retirado su vista de él en cuanto este se dió cuenta.

Spencer: Hola Larry... Te adelantaste hoy... -trató de hacerle conversación-

No obtuvo respuesta más que un leve asentimiento, ella se había levantado y había huido de allí una vez más, Lara tenía miedo de verlo, de besarlo y decirle que lo seguía amando cuando él ya no la amaba a ella.

Morgan: ¿Qué le sucede? -dijo extrañado- lleva así todo el día, desde ayer...

Spencer: No creo que haya escuchado lo que le dije -susurró pensativo-

Morgan: ¿Que hiciste, chico?

Spencer: Que ya no la amaba... Le dije que ya no la amaba... -suspiró-

Morgan: ¿Por qué hiciste eso? Hasta hace unos días querías estar con ella de nuevo, la amabas...

Spencer: Pasaron cosas...

Y sin más Spencer se fue de allí, dejando con una explicación a medias a Morgan y con un corazón roto, ¿Las cosas con Lara volverían a ser como antes?, ¿Cómo cuando ninguno se dijo que se amaba?, ¿Cómo cuando sus cuerpos no se posaron siendo uno mismo? Tal vez ya no sería igual, tal vez porque aún se amaban, tal vez porque ya nada era igual ahora.

Spencer volvió al parque donde conoció a esa chica el día de ayer, con la esperanza de verla o de aclarar sus sentimientos, volteó ligeramente y vió allí la silueta de Lara sentada en la banca donde habían bailado antes, tenía un cigarrillo en la mano de nuevo hasta que alguien se acercó a ella, tomaba la misma banca y ella solo atinó a sonreírle con tristeza, ¿Por qué ella le sonreía?.

Los pensamientos del chico se vieron interrumpidos cuando alguien cubrió sus ojos con unas manos delicadas con las que al voltearse sus ojos se contaron con los de la rubia que hizo dudar sus sentimientos el día de ayer.

Spencer: Max... -dijo con una sonrisa dulce-

Max: ¿A quién tanto miras? -habló ella entre risas-

Spencer: A nadie -mintió el castaño-

¿Nadie?, ¿Spencer estaba seguro que no miraba a nadie?, ¿Ahora Lara era un "nadie"?

Max: Uhm... Esta bien -dijo riendo para luego caminar con el doctor-

Spencer: Hoy no trajiste contigo a tu hermana -dijo sonriendo-

Max: No, la deje temprano en la escuela -habló mientras caminaban-

Spencer así pasó sus horas con Max y Lara con el misterioso amigo con quién se encontró en el parque, ambos separados pero unidos a la vez por algo mucho más fuerte que los superaba en tiempo, cuerpo y espacio.

Ambos regresaron a la UAC y solo se sentaron a hacer el papeleo necesario, algo tan irónico era el ser compañeros de cubículo, soportaba ser su compañera de equipo, ir con él a investigar, vivir con él y ahora verlo sentado frente a ella con sus risos cayendo de forma desordenada sobre su rostro y su ceño ligeramente fruncido con ese característico puchero cuando se concentraba en el archivo frente a él, amarlo era su condena y en estos momentos ella estaba dispuesta a cumplir cadena perpetua en ella, siempre y cuando fuera a su lado.

Spencer: Te vi en el parque hoy...

Lara: Eso no te incumbe -habló cortante ella-

Spencer: ¿Me dirás qué te sucede ahora?

Lara: Me iré de casa...

Esas palabras hicieron que Spencer se quedara helado, había esperado cualquier otra respuesta menos esa, no quería dejarla ir, una parte de él no quería hacerlo, no aún, no ahora.

 ❥ 𝐒𝐢 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐚  s.reidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora