Cap. 1

1.7K 209 17
                                    



Suguru Geto dejó las llaves del auto de su madre en la mesita de entrada y entró por completo junto a su estuche. No sabía qué hora era, sus ojos pesaban y la espalda le dolía, toda la casa estaba en penumbras. Mientras intentaba hacer el menor ruido posible se encaminó a la cocina, tomó un paquete de galletas y una botella de leche que había dejado anteriormente ese día.

Aún con el mayor cuidado posible subió las escaleras y entró a su recámara, antes de dejar caer su estuche en la cama encendió la luz. Sus ojos tardaron en adaptarse unos instantes.

Su habitación era un desastre, justo como siempre, no contaba con el tiempo suficiente para arreglarla y no le gustaba que su madre entrara a husmear por ahí.

Mientras se quitaba ambos zapatos con la ayuda de sus pies, abrió el paquete de galletas y se comió una.

Se sentía tan cansado que podría dormir en ese lugar exacto, pero no era una opción, tenía solo unas horas de sueño antes de que sonara la alarma para asistir a la escuela, no podía darse el lujo de dormir mal.

Olía a tabaco y sudor, pero tenía que dormir la mayor cantidad de horas que pudiera así que decidió dormir y ducharse antes de entrar a clases. Se comió una última galleta y luego la botella de leche completa.

Procedió a quitarse la camiseta y los pantalones, dormiría en solo un boxer. Pero antes de meterse bajo las mantas hizo a un lado su estuche.

Mientras intentaba conciliar el sueño, pensaba en cuánto dinero le hacía falta para poder pagar el siguiente semestre o si debería de dejar de estudiar y trabajar al igual que su madre.

— ¡Arriba dormilón! —escucho la voz de su madre— Llegarás tarde si no te levantas en este instante, me voy a trabajar.

Los pasos de su madre mientras le quitaba las mantas y le molestaba para que saliera de la cama se hicieron más pesados mientras se alejaba a la entrada de la habitación.

— ¡Y saca la ropa sucia o no la lavaré!

Los pasos se alejaron y pronto escuchó las escaleras, Gero sentía que no había dormido lo suficiente aún le dolía la espalda y quería seguir durmiendo.

— Si llegas tarde de nuevo te enviaré a una academia militar ¿Me escuchaste?

El grito de sus madre desde la planta baja le terminó de quitar la pereza. Debía de ducharse y prepararse para ir a la escuela, necesitaba que su madre le diera un aventón.

Suguru no contó los segundos o minutos que le tomó ducharse y cambiarse, pero su madre se vio lo suficientemente sorprendida cuando le vio bajar las escaleras con el cabello húmedo.

— ¿Aún no te dicen nada por estos aretes? —preguntó mientras le lanzaba una mirada y regresaba a su tarea de preparación del desayuno.

— No estoy en la primaria, a ellos ya no les interesamos lo suficiente —murmuró mientras tomaba algunas frutas para hacerse un batido.

— con mayor razón pienso que debo de inscribirte a una academia militar —comentó con tono plano.

— Hazlo y no iré

Escuchó el quejido de su madre y después agregó:— O me unire a la banda de guerra, nada de ser un sargento o almirante.

— Estoy segura que así no funciona la milicia

— Yo tampoco

Volvió a escuchar la risa soplada de su madre, ella no estaba de acuerdo con que intentará dedicarse a la música pero lo prefería tocando instrumentos antes que robando o cualquier otra cosa. Además, su trabajo nocturno de tocada en un bar les permitirá poder pagar los gastos de la casa y seguir manteniendo el coche que era de su padre.

El esposo de la estrella de Rock² ⇴SugusatosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora