Cap. 11

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*Leer nota del final necesito ayuda*

Ya no tenía suficiente con besos y fricciones sobre la ropa, no el necesitaba más. Pero no sabía cómo llegar a más o si es que podrían llegar a más.

La cosa estaba complicada desde el punto de vista de Suguru, más impulsado por un deseo insano que otra cosa había visto los vídeos y todo lo que le había enviado Sukuna la vez anterior. Y casi había lanzado el computador por la ventana.

¿Que tan malditamente doloroso era todo eso?

¿Cómo es que alguien podía llegar a disfrutarlo? Pero sobre todo ¿Cómo sabría quién sería el que se la metería a quien? Suguru quería creer que el sería el activo, como se le llamaba, pero algo le decía que Satoru no sería tan fácil de convencer.

Con una exaltación frustrada dejo caer su cabeza en la mesa de escritorio.

Sentía su cuerpo caliente, y últimamente cada vez que veía a Satoru quería desvestirlo. Solo esperaba que todo eso no se notará, porque no sabría cómo explicar todo eso nadie.

— ¿Porque esa cara larga? —pregunto su madre desde la entrada de la habitación.

— No es nada, cosas de la escuela y la banda

Su madre, una mujer delgada de cabello azabache y abundante entro por completo a la habitación y se sentó en la cama.

— ¿Seguro?

— Si

Geto la miro a los ojos, la mujer de mediana edad le retuvo la mirada.

— ¿Sabías que haces la misma mueca que tú padre hacia antes de proponerme matrimonio?

Suguru se enderezó por inercia se veía asustado.

— ¿Que?

— Tu padre, solía hacer esto con los dedos y labios en cada ocasión que nos veíamos —la sonrisa en la cara de la mujer creció— semanas después lo hizo justo antes de ponerse de rodillas  frente a mi y poner un anillo en mi mano.

— No me le voy a proponer a nadie —also ambas manos en alto.

— Eso espero Suguru Geto, porque no he conocido a mi una sola de tus novias y eres muy joven aún...

Suguru no sabía cómo decirle a su madre que no se veía casándose ni a corto o largo plazo, para él lo era todo la banda, la música y sus amigos. Tampoco quería iniciar una familia y dejar a su madre sola, ella era su principal prioridad.

— No estoy saliendo con nadie...

Las cejas de la azabache se alzaron.

— Deberías de decirle eso a quien sea que te ha estado besando y dejando marcas en el cuello —agrego la mujer— No eres nada disimulado, hijo. Y es eso, o te atacó un vampiro sin colmillos.

Rápido Suguru se tocó el cuello, ¿Cómo es que se le habían pasado las marcas en el cuello? Era obvio de que eran, sus amigos eran fáciles de despistar sobre todo porque a ellos no les interesaba a quien se estuviera tirando, solo con que eso no interviniera con los ensayos y la banda estaba bien. Pero su madre era algo diferente, ella se preocupaba por su persona e integridad física, sexual y mental; aparte de que era su madre y vivían bajo el mismo techo.

— No te preocupes tanto, solo cubrelos para la próxima —la mujer se puso de pie y dió unos golpecitos en el hombro del pelinegro— No quiero tener imágenes mentales sobre mi hijo y alguien más, eso me trauma.

Luego salió rápidamente del lugar y la voz de Geto hizo eco a sus espaldas llamándola.

Las sábanas estaban en el suelo, las manos de Satoru sobre sus caderas y sus labios en el cuello. Las hebras de cabello blanco enredadas en sus dedos mientras tiraba de ellos, los gemidos salían de sus labios y sentía la piel con piel de ambos.

El esposo de la estrella de Rock² ⇴SugusatosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora