Cap. 3

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Hakari se había vuelto un miembro oficial de la banda, era bueno para disgusto de Ryomen quien se enteró que el chico no solo podía tocar el piano sino que también la batería.

Se sentía amenazado.

Para sorpresa de todos habían hablado con otros dos chicos para audiciones de ingreso pero ninguno de ellos contaba con el mismo horario disponible para practicar, así que tuvieron que despedirlos.

Choso estaba leyendo una novela de fantasía en un pufs cuando su teléfono sonó a su lado. Pasaron los segundos y cuando Geto observó que no iba a contestar estaba a punto de hablar pero un Ryomen enojado entró por la puerta.

— ¡Contesta el puto teléfono! —le gritó mientras le lanzaba una toalla mojada— Puede ser nuestro guitarrista.

La cara molesta de Choso los recibió en todo su esplendor cuando se quitó la toalla de la cara y bajó lentamente su libro después de colocar el separador.

— ¡Imbécil sabes que estaba en la mejor parte del libro! —le regresó el grito al platinado— Y deja de lanzarme tus cosas usadas o nunca volveré a prestarte mi casa para que te duches antes de ir a coger con quién sabe quién.

La sonrisa con colmillos de Ryomen se extendió por su rostro y su Suguru sabía leerlo lo suficientemente bien después de todos esos años de amistad sabía que lo que saldría de su boca no le gustaría a Choso.

— ¿Quieres saber con quién voy a ir a coger....?

El teléfono del de ojeras pronunciadas volvió a sonar aún en el mismo lugar lo que impidió que la conversación y futura disputa siguiera más.

Choso contestó al segundo timbre.

— ¿Quién habla?

Geto observó la dirección de la mirada del dueño de la casa y seguía fulminando a Sukuna quien hacía señas obscenas desde el otro extremo de la habitación. El de perforaciones no pudo evitar negar con la cabeza mientras soltaba el aire.

— Claro, Itadori estamos buscando guitarrista y segunda voz ¿Sabes cantar aparte de tocar la guitarra?

A Geto le sorprendía la concentración del pelinegro para hacer señas de homicidio premeditado al platinado sin perder el hilo de la conversación al teléfono.

— Si, por supuesto. ¿Puedes venir a una audición para ver cómo tocas?

El de tatuajes realmente esperaba que Ryomen no estuviera ahí para cuando la llamada termina porque sino esas promesas de asesinato se verían cumplidas y Geto no quería estar en una diatriba de saber si debía de avisar sobre el homicidio o ayudar a esconder el cadáver.

— ¿Tienes donde anotar? Te diré mi dirección, hoy a las cinco estaría perfecto

La llamada telefónica estaba llegando a su fin igual que las señas de Ryomen quien estaba tomando su celular y mochila para salir corriendo de ahí antes de que Choso lo alcanzará.

— ¡Aquí te esperamos Itadori!

Choso colgó la llamada y lanzó su celular a un lado, luego miró a Suguru mientras se restregaba los ojos.

— Creo que necesito lentes para leer —se lamentó mientras aún restregaba los ojos.

— Deja de hacer eso si no quieres empeorar las cosas

El de ojeras detuvo sus movimientos y miró mal a Geto.

— ¿Ese imbécil se fue? ¿Realmente huyó? —cambio de tema.

Suguru soltó una risita:— Si, escuché su moto hace un momento...

— ¡Un día de estos lo voy a matar!

El esposo de la estrella de Rock² ⇴SugusatosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora