LA MÁS GRANDE EPOPEYA: El Retorno de las Leyendas. VOL 1.

Capítulo 31-Lucha Entre Magos

"En cierto modo, somos magos. Somos alquimistas, hechiceros y magos. Somos un grupo muy extraño. Pero es muy divertido ser un mago". Billy Joel.

Lado oeste de Kioto...

El duelo entre Alastor Thorn y Mei Ling había comenzado, pero ninguno se atrevía a dar el primero paso. Estaban totalmente quietos como estatuas mirándose el uno al otro, analizando cada minúsculo detalle. Aquella situación era similar a un duelo de samuráis o a un duelo de vaqueros del salvaje oeste, en donde solo se podría tener una chance de matar al rival y el más pequeño error, significaría la muerte.

A cuarenta y tres segundos de haber iniciado el duelo, ambos empezaron a realizar los gestos manuales.

—¡Pyrokinesis: Fireworks! (Fuegos Artificiales).

—¡Shuǐ dòng: Bàoyǔ! (Aquakinesis: Lluvia Torrencial).

Los dos Magos se lanzaron bolas de fuego y agua, realizando movimientos característicos de sus artes marciales, pero cada ataque era nulificado por el otro al impactar, ninguno pudo acertar.

—Curioso, pocas veces he visto a Magos occidentales combinar su Taumaturgia con sus artes marciales —mencionó Mei Ling, con una ligera sonrisa.

—Es un proceso que me tomó algo de tiempo, ya que mi padre no era un gran fan de las artes marciales —replicó Alastor, haciendo girar su bastón entre sus manos—. Él solía decir, "en una pelea de Magos, gana quien miente mejor". 

—¿No son todos los Magos unos mentirosos? —cuestionó Mei Ling, preparándose para sus siguiente movimiento.

La asesina china volvió a hacer una serie de tres gestos manueales, yendo hacia Alastor a gran velocidad, ya que se deslizaba mediante charcos de agua que aparecieron en las suelas de sus zapatos, lo que le permitía patinar sobre el suelo. Alastor la atacó con más esferas de fuego, pero todos sus ataques fueron esquivados por Mei Ling, quien se movía como una verdadera serpiente depredadora, acortando distancias finalmente con su oponente.

Un combate cuerpo a cuerpo inició, Alastor trató de defenderse de los acosadores golpes de Mei Ling, pero lograban penetrar sus defensas y golpear en sus puntos vitales, finalizando con un golpe de palma de Buda en todo el rostro que lo arrastró diez pasos de ella, rompiéndole la nariz.

—Por un demonio... su estilo de combate parece ser una combinación del Puño de la Serpiente del Norte y la Serpiente del Sur, además, tiene mucho más trucos que su Taumaturgia de Agua —pensó Alastor, mientras se acomodaba el tabique nasal—. Está concentrando Maná en la punta de sus dedos para aumentar la potencia de sus golpes. Había escuchado que las escuelas de Taumaturgia en China eran capaces de tal hazaña. 

Esa fue la primera y única advertencia que necesitó Alastor, no volvería a bajar la guardia ante su oponente.

—Shuǐ dòng: Shuǐ Biān (Aquakinesis: Látigos de Agua) —conjuró Mei Ling, sin parar de moverse.

Mei Ling envolvió sus dos brazos en agua, convirtiéndolo en látigos capaces de partir autos por la mitad.

Alastor forzó su cuerpo al máximo para evitar los continuos azotes de la sádica mujer, sabiendo que uno solo de ellos podría matarlo. Sin embargo, la presión rápidamente se iba apoderando de él, ya que debido a la velocidad en la que era iban los látigos, no podía realizar correctamente los gestos manuales para contraatacar. Para complicar más las cosas, Mei Ling usó uno de sus látigos para desarmarlo, tirando su bastón lejos.

El Mago inglés estaba en aprietos, o al menos eso es lo que le hizo creer a Mei Ling. Cuando Mei Ling estaba lista para partirlo a la mitad al igual que a los autos, Alastor en un parpadeo se movió hacia su costado, conectándole un gancho al hígado que le hizo escupir sangre a la mujer china. Acto seguido, con un chasquido de dedos, el bastón de Alastor volvió hacia su mano, haciendo tropezar a Mei Ling para darle una patada en el vientre que la mandó seis metros lejos de él.