"Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo". Gabriel García Márquez.
Aquella noche, Siegfried y Dwayne estaban en un nuevo bar en Baltimore, Virginia, habían explorado el lugar con nuevos bares por conocer, decidiendo beber toda la noche en uno con una estética ciberpunk, donde las meseras vestían con chaquetas de cuero negro y usaban lentes futuristas de todo tipo de colores, al igual que su cabello que estaba teñido de colores vívidos.
—Parece que encontramos un buen lugar, hermano —dijo Dwayne, chocando su vaso de cerveza de cristal con el de Siegfried para brindar.
—Sin duda, en un principio pensé que me sentiría incómodo, pero también es un lugar tranquilo como el "Paisley Park" y la música no es mala, al igual que los tragos —dijo el pelirrojo, dándole un largo trago a su cerveza—. Dwayne, ¿cómo son las relaciones románticas en este mundo moderno?
—El lado bueno es que ya no tienes que rescatar a una princesa de un dragón en una torre, pero nada te asegura que le agrades al suegro —bromeó tomando un trago de su bebida—. Ehm, realmente no tienen nada de anormal, conoces a la chica, si te agrada pues te interesas más por ella, sus pasatiempos, sus gustos, luego si ella acepta tu invitación empiezan a salir y tras un par de salidas, pues hablan de tener algo mucho más serio. ¿Acaso te gusta alguien, Siegfried?
—Puede que sí, puede que no, solo busco entender cómo han evolucionado más las relaciones sociales —se excusó ya que no quería revelar los sentimientos que sentía por Jane Lewis—. ¿Qué me dices tú? ¿Has tenido varias amantes?
—Parejas, "amantes" es muy viejo para mi gusto —aclaró—. Tuve una novia en la universidad, luego cuando ingresé al FBI tuve otras dos, pero eventualmente nos separamos. Mi trabajo no me permite tener una relación duradera, no cuando eres "El Pacifista".
—Entiendo... Dwayne, ¿qué harás al final de La Más Grande Epopeya? —preguntó de la nada.
—Uff... tomarme unas largas vacaciones, eso seguro, si es que logro sobrevivir a este mundo lleno de locos —respondió con una sonrisa jovial, acabándose su cerveza y pidiendo un segundo vaso—. Aunque no te preocupes, no pienso morir contra ninguna Leyenda, si lo hiciera estaría escupiendo en mi título del Más Fuerte de América.
—¿Llorarías si yo muriera? —preguntó Siegfried, cabizbajo.
—Pregunta estúpida, claro que lo haría, eres mi hermano, Siegfried —replicó Dwayne, poniéndole una mano en el hombro—. Jane, Kira, el Dr. Von Stromheim, Min-seon, Souji, todos lloraríamos por tí si algo así llegara a pasar.
—Morir... desde que retorné al mundo moderno, mi deseo ha sido volver a morir para pagar por mis pecados, pero... ¿es una decisión egoísta? —reflexionaba para sus adentros, mientras bebía junto a Dwayne, pasando a conversar sobre temas más triviales—. He hecho grandes amigos en este mundo moderno, pero el trato que hice con ellos fue uno cruel, ya que les pedí que me mataran una vez que terminara La Más Grande Epopeya. ¿Qué clase de buen amigo haría eso?, Pero, no hay nada más para mí en este mundo... no tengo nada por lo cual vivir.
Al día siguiente, Dwayne se encontraba entrenando en el gimnasio de la sede junto a Ryoma y Jane, los dos últimos se estaban enfrentando al mismo tiempo contra El Pacifista, quien dominaba la pelea por completo, bloqueando cada uno de sus golpes con unos reflejos superiores a su pelea con Oda Nobunaga, había perfeccionado la técnica ocular que había creado, en el cual los dos ojos se mueven de forma independiente del otro, similar a los de un camaleón, la había llamado Seis Ojos. Ahora ningún golpe podía ser impredecible para él.
—¡Guao, ya me cansé! —exclamó Jane, cayendo al suelo de trasero, estaba bañada en sudor como si le hubieran echado un balde de agua encima.
ESTÁS LEYENDO
LA MÁS GRANDE EPOPEYA: El Retorno de las Leyendas. VOL 1.
FantasíaEn el año 2050, un evento extraordinario ocurrió por todo el mundo. Todos los televisores, teléfonos, radios y computadoras del mundo transmitieron un mismo mensaje. Un hombre que se hacía llamar "Hístor, el Dios de las Historias", anunció que dentr...