Atada en un destino de espinas.

Capitulo Cincuenta y Ocho ( Parte Dos )

Giuseppe Mildford.

Había sido arrastrada hacia mi propio despacho en el cual ya estaban mis pequeños cachorros sentados en el sofá frente mio mientras que yo estaba recargada en la mesa de mi escritorio mientras una enfermera me empezaba a quitar las prendas de la parte del pecho.

Desataba el corsé con cuidado mientras intentaba no tocarme lo suficiente, parecía nerviosa, podía ver sus manos temblar cada que se acercaba a mi piel.

Mami quiero panque de moras.- Mire con una sonrisa a Miloun.

Vayan con Clara y diganle qué les haga un poco.- La calma en mi voz era extremadamente diferente a como estaba hace unos momentos y es que aquellos pequeños me habían hecho sentir tranquila.

Mis cachorros no esperaron más y salieron corriendo de mi despacho con sonrisas en su rostro, al ver como la puerta se cerraba nuevamente el silencio se propago en mi despacho, lo único que se podía sentir eran los nervios de la enfermera frente mio.

¿Cómo te llamas?.- Mi pregunta hacia aquella chica de cabellos claros como las hojas en otoño la hicieron subir mi mirada hacia mi.

Lissy es mi nombre Alpha.- Su voz era dulce y demasiado sumisa, podría decir que era una chica muy pacífica.

Es un placer, porfavor no te pongas nerviosa no soy alguien que se pone de mal humor rápidamente.- Dije a lo que ella solo me regalo una sonrisa un poco avergonzada.

Gracias por su amabilidad Alpha.- Contestó al mismo tiempo que terminaba de desatar el corsé y lo empezaba a retirar suavemente.- Disculpe la pregunta Alpha pero... ¿Usted adoptará a los cachorros?

Claro que si.- Mi respuesta hacia su pregunta fue sin dudar y pude ver el pequeño brillo de alegría en sus ojos ¿acaso era pariente? No, porque eso quiere decir que los pequeños la hubieran reconocido.

Es que yo conocía a sus padres, de hecho toda la manada estaba preocupada sobre el futuro de Kalet y Miloun pero...veo que están muy bien con usted.- Sus palabras me sorprendieron un poco y es que sabía que los padres de los pequeños era queridos.- Disculpe el atrevimiento, le quitaréa camisa.

Adelante.- Conteste mirando como desabotonaba la camisa negra que traía puesta.

Aunque su toque fue delicado al retirar la camisa, el movimiento que hice para alzar un poco las manos hacia arriba me dieron un tiron.

Al estar solo con el sostén mire como Lissy me veía con sorpresa mientras pasaba las yemas de sus dedos por el área afectada, al presionar solté un quejido.

Debo iniciar rápidamente a acomodar los huesos Alpha, pero como ya su cuerpo ah estado sanando dolerá un poco más.- Solo asenti a sus palabras mientras retiraba mi vista de ella y la transportaba al ventanal en donde el sol ya estaba subiendo poco a poco.

Aunque trataba de ser lo más delicada que podía al poner los huesos de las costillas en su lugar aveces me dolía un poco haciendo que soltara leves respingos, conté cada vez que acomodo los huesos y pude confirmar que me había fracturado 3 costillas.

Al parecer se movieron de lugar, para dejarlas sanar por si mismas primero necesitaba acomodarlas en el lugar correcto Alpha.- Asentí a su explicación, lo único bueno era que sanaba mucho más rápido que un humano normal.- Iré por más vendas con su permiso Alpha.

La vi irse con rapidez pero justo en el momento en que abrió la puerta de mi despacho observe aquel rostro tan conocido el cual me miraba con preocupacion y miedo al bajar su vista a mi costado, al hacerlo yo también solo pude ver el enorme hematoma morado y negruzco qué se había formado.